El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, confirmó hoy 270 detenciones en los disturbios ocurridos en las primeras horas de la noche entre el viernes y el sábado, una buena parte de ellas en Marsella (sur), hacia donde se enviaron refuerzos.
«A esta hora ya 270 detenciones, de las cuales más de 80 en Marsella, a donde refuerzos importantes llegan en este momento», indicó Darmanin en un mensaje publicado en Twitter a las 00.31 horas de la madrugada (22.31 GMT del viernes).
Esta declaración llegó poco después de que el alcalde de Marsella, Benoît Payan, denunciara en las redes «escenas de pillaje y de violencia» inaceptables y reclamara apoyo.
Los medios locales señalaron también incidentes graves en otras ciudades, como Toulouse, Lyon o Nanterre.
Esta última localidad de la periferia de París es el lugar donde tuvo lugar la muerte del joven Nahel, a manos de un policía el pasado martes, que ha desatado esta oleada de incidentes violentos.
Para esta noche, que es la cuarta consecutiva de disturbios en Francia, el Gobierno ha puesto en la calle 45.000 policías con un dispositivo reforzado que incluye el despliegue de blindados ligeros de la Gendarmería.
La noche anterior el balance de detenciones ascendió a 875 y hubo casi 300 policías heridos, aunque ninguno de gravedad.
Nahel, un joven de 17 años y de ascendencia árabe, recibió un disparo mortal por parte de un policía el pasado día 27 cuando trataba de huir de un control policial en Nanterre.
Las imágenes del incidente, grabadas por testigos, desataron una fuerte indignación en el país, lo que degeneró en disturbios sobre todo en los barrios populares de las grandes ciudades y en el cinturón metropolitano de París.