El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, dijo hoy que los métodos y las armas que las fuerzas de seguridad de Israel están utilizando en su operación militar en Yénin y alrededores tienen que ver más con combates en situaciones de guerra que con acciones para el cumplimiento de la ley.
«Los bombardeos aéreos no son coherentes con las reglas aplicables en operaciones de seguridad. En un contexto de ocupación, las muertes que provocan pueden considerarse asesinatos deliberados», condenó el jefe de derechos humanos de la organización.
Señaló que las fuerzas israelíes tienen la obligación de respetar las normas de derechos humanos sobre el uso de la fuerza y que no pueden pretender que es de otra manera solo porque argumentan estar luchando contra el terrorismo.
«El conjunto de normas internacionales sobre derechos humanos establece claramente las obligaciones de Israel, como potencia ocupante, que tiene que asegurarse de que sus acciones están planificadas y controladas de modo que se reduzca la posibilidad de utilizar fuerza letal», agregó Türk.
Esta operación militar es la de mayor envergadura que ha llevado a cabo el Ejército israelí en Yenín, al norte de Cisjordania, desde la Segunda Intifada (2000-2005), e incluyó un operativo terrestre con un millar de soldados y ataques aéreos, que han causado al menos doce muertes, más de un centenar de heridos y 3.000 desplazados en menos de cuatro días.