Roma vuelve a estar sumergida por toneladas de basura. El gran problema de la capital italiana desde hace años sigue sin resolverse y en los meses más calurosos la emergencia es aún mayor y cada día quedan sin recoger cerca de mil toneladas de residuos.
“En las calles de la capital quedan sin recoger más de 1.000 toneladas al día, la mitad de los 2.600 vehículos de los que dispone Ama (la empresa municipal que gestiona la recogida, el tratamiento y la eliminación de residuos) están averiados y la ciudad asfixiada por los desechos y los malos olores amplificados por las altas temperaturas del verano”, señaló el senador Maurizio Gasparri, vicepresidente del Senado y coordinador romano de Forza Italia acusando al alcalde del Partido Demócrata (PD), Roberto Gualtieri.
Desde Forza Italia, añadió el senador romano, “nos gustaría recordarles que el actual alcalde Gualtieri fue elegido el 21 de octubre de 2021 y que la situación nunca ha mejorado”.
El problema de la recogida de basura se ha convertido en endémico en Roma. Han pasado administraciones de diferente color político y nadie ha sabido resolverlo, pero ante la nueva oleada de montañas de basura sin recoger, sobre todo en los barrios más periféricos, el acalde decidió hoy cambiar al responsable de AMA.
Un Gualtieri «muy enfadado por la enésima crisis de la basura», aseguran hoy los medios, adelantó para este viernes la Junta de AMA, que tendría que haber sido el próximo lunes, para que se produzca el cambio del dirigente que dé un cambio de ritmo inmediato para evitar otra emergencia y los daños a la imagen internacional de la capital, en la carrera por alojar la Expo 2030.
Según los medios, el dirigente elegido será Alessandro Filippi, de 53 años, responsable del área de ingeniería industrial y servicios de Acea, la sociedad que gestiona el sistema hídrico de la capital.
El problema de la basura tiene varios factores pero esta vez parece que se debe más a la falta de camiones para la recogida, pues AMA tiene pocos talleres internos, que de todos modos rara vez están equipados para solucionar averías complejas, por lo que subcontrata la reparación de vehículos a empresas externas, y esto hace aún más lento el proceso.
Además, añade el periódico on line «Il Post», «la antigüedad de los compactadores, es decir, la parte del camión que levanta el contenedor y comprime los residuos, es bastante alta: en promedio es de 13 años, lo que afecta a la frecuencia de las averías».
Otro problema es el del personal, que a pesar de haber aumentado, sigue siendo insuficiente, por lo que los trabajadores deben hacer continuamente horas extras para cubrir turnos. Las vacaciones de los meses de verano complican aún más la recogida.
Además, Roma, que produce unas 5.000 toneladas de basura al día, no tiene un gran vertedero para la eliminación de los residuos, ya que el de Malagrotta fue cerrado hace diez años y, desde entonces, todas las administraciones se han esforzado por poner en marcha un plan adecuado para suplir la falta de uno e incluso se habló de la posibilidad de construir una planta de termovalorización pero nada de esto ha ocurrido.
«La situación ha empeorado, en vez de mejorar como dijeron que harían. No digo que el alcalde tenga la culpa pero hay que ver quién es el responsable. Sobre todo con los residuos húmedos, hay mal olor, avispas, moscas, de todo. Pasan y quitan un contenedor, dejando los otros. Ahora no pasa nada si se queda el de plástico, por ejemplo, pero el de los residuos húmedos hay que vaciarlo, no voy a decir todos los días, pero entiende que con el calor….», se queja Teresa, de 75 años, en la zona de la Casilina, en la periferia este.
Mientras que Enzo, de 84 años, sentencia: «Roma es un asco. No se reconoce. Antes era totalmente diferente, había más gente solidaria. No hay palabras. Es el fin».