La instalación de un panel de solución de controversias para resolver la disputa entre México y EU por el maíz transgénico se hizo como medida política para obtener votos de los agricultores estadounidenses de cara a las elecciones de noviembre de 2024, indicaron especialistas.
Al pasar al panel, entra en juego la idea de que se atienden las necesidades de los posibles votantes, manifestó Alejandro Gómez Strozzi, socio en el despacho Foley & Lardner México.
«Es una decisión donde ellos (Estados Unidos) pueden sentirse o más fuerte o les es más conveniente políticamente», afirmó.
Previamente los legisladores republicanos por Iowa, Chuck Grassley y Joni K. Ernst, llamaron a la Oficina de Comercio en la Casa Blanca, para iniciar consultas sobre esta política implementada por México.
Ambos son de Iowa, estado con mayor producción de maíz en dicho país, con una exportación a México que ronda los 16 millones de toneladas, de acuerdo con el Laboratorio de Análisis en Comercio Económico y Negocios (LACEN) de la UNAM.
La decisión de irse a panel también tiene que ver con un cálculo político doméstico de Estados Unidos, donde quiere enviar la señal a los grupos rurales, que tienen un impacto importante en las elecciones presidenciales, de que la Administración Biden los apoya, explicó Kenneth Smith, ex jefe de la Negociación Técnica para el T-MEC.
Así que en esta ocasión el caso pasa a un tercero, sale de las manos de las consultas de los Gobiernos y se detonan los plazos que establece el TMEC y va a haber una resolución con certeza, argumentó Gómez Strozzi.
«Este ya es un paso concreto, podría quedarse en el limbo de las consultas de manera permanente y es un paso concreto que dio el Gobierno estadounidense», destacó.
Refirió que el plazo de las consultas por la política energética mexicana terminó el 3 de octubre de 2022 y, desde esa fecha, tanto México, Estados Unidos y Canadá han decidido alargarlas.
«Posiblemente eso nos da una indicación de que ya ven el tema, por lo menos con la administración del Presidente López Obrador, como perdido», agregó.
ANALIZAN EVIDENCIA
Para el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) el panel de solución de controversia deberá resolverse con evidencia técnica y científica, no sólo al amparo de argumentos comerciales.
«Tanto Semarnat, Conacyt y Cofepris tendrán que demostrar científicamente y de manera inequívoca los alegatos del supuesto daño que los transgénicos causan a la salud», expresó el organismo en comunicado.
De acuerdo con el CNA, al menos en los últimos 25 años se han consumidos organismos genéticamente modificados sin evidencia, al momento, de daños a la salud.
«En Europa por ejemplo, este debate se tuvo hace décadas y hoy no es un tema de preocupación, al no haberse encontrado evidencias científicas concluyentes en contra», mencionó el CNA.
El grupo empresarial señaló que el empleo de nuevas tecnologías y ciencia son fundamentales para enfrentar estas problemáticas.