El desplazamiento forzado de los jóvenes a menudo supone una interrupción prolongada e inclusive permanente de su educación.
«En todo el mundo, el 68 por ciento de la niñez refugiada está inscrita en la escuela primaria, el 37 por ciento en la secundaria y tan solo el 4 por ciento está inscrito en la universidad», refiere la ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, en su sitio web.
Ante este panorama, conoce a tres estudiantes refugiados de Centroamérica y Sudamérica que hallaron en México la posibilidad de continuar su formación académica y así obtener un título universitario.
Natalie
La violencia en Nicaragua orilló a Natalie y a su familia a huir de su país y buscar refugio en México. Sus padres laboran en una fábrica local de automóviles, sus hermanos retomaron sus estudios y Natalie es la recipiente de un apoyo para estudiar Ingeniería Química.
«La beca fue como una luz al final del túnel (…) mi situación es mucho mejor que hace cinco años», comenta.
La joven compagina su educación universitaria con clases de programación informática en una escuela secundaria local.
Su anhelo, relata, es capacitarse para construir una carrera a favor del prójimo.
«Me gradúo en un año y luego empezaré a trabajar y a devolverle a México lo mucho que me ha dado», señala.
Eduardo
Cuando Eduardo se vio forzado a huir de Venezuela en 2017 perdió dos año de escuela.
Llegó solo a territorio mexicano, así que empezó a trabajar en tiendas minoristas hasta convertirse en gerente para mantenerse.
Dos años después, en 2019, recibió una beca con la que buscará graduarse en 2024 de Finanzas y Administración de Empresas.
«El sueño por ahora es obtener mi título. Es un gran logro y podré ayudar a mi mamá allá en Venezuela», relata.
«Mi mayor éxito es que mi mamá es feliz y tiene la tranquilidad de saber que yo soy feliz (…) reconstruí todo de cero aquí en México y ella está orgullosa de mí».
Leidys
Leidys tuvo que huir sola de Venezuela hace cinco años en búsqueda de seguridad y acceso a la educación. En México, encontró el apoyo que buscaba.
«Cuando llegas sola y sin nada, un poco de apoyo significa mucho», asevera.
Actualmente estudia Diseño Gráfico gracias a la inspiración que le confirió la artista mexicana Yazmín Huerta.
«Con ese apoyo, me alegra decir que pronto me graduaré de la universidad», agrega.
Leidys comparte con alegría que su graduación será un momento importante, pues además de concluir su educación universitaria podrá reunirse con sus padres.