Aunque la investigación de 42 especialistas de la Universidad de Guadalajara (UdeG) arrojó que los libros de texto de la Nueva Escuela Mexicana ni son comunistas, ni promueven la ideología de género, organizaciones de la sociedad civil exigen a las autoridades educativas que retiren los libros de texto de nivel básico, porque según ellos imponen la ideología de género en todos los grados, contenidos que fomentan la confusión sexual, “proyectos y actividades” que promueven la hipersexualización de los niños y la promoción de las relaciones sexuales a temprana edad.
En un comunicado demandaron a la Secretaría de Educación Pública (SEP), respete la integridad de los menores, y solicitaron involucren a los padres de familia, instituciones expertas, maestros y especialistas a participar en la creación de contenidos de calidad para las niñas y niños.
En conferencia de prensa, estuvieron presentes Karla García, directora de la Unión Nacional de Pa-dres de Familia en la CDMX; Francisco Landero, presidente de Suma por la Educación; Dra. Rosario Laris, directora de Sexo Seguro y Mario Romo, líder Nacional de Red Familia.
Mario Romo señaló diversos peligros en los contenidos de los libros de texto para la niñez en México “nuestras niñas y niños, por la etapa de desarrollo mental, emocional, física y espiritual en la que se encuentran, requieren de protección. Confundir en las aulas a nuestros hijos con ideologías ba-sadas en falsedades es un hecho inaceptable y reprobable”, comentó.
Agregó que los padres de familia son los principales responsables de salvaguardar la pureza, inocen-cia e integridad de sus hijos. “Nuestros niñas y niños necesitan español, matemáticas, aprendizajes de lectoescritura y habilidades que los ayuden a entender el campo laboral y profesional, no ideo-logías que los confunden”, resaltó Romo.
Por su parte, la Dra. Rosario Laris, médico, maestra en salud pública y doctora en bioética, explicó a detalle los riesgos de los contenidos en los libros de texto: “Los textos presentan información y di-námicas que promueven la hipersexualización de los niños, fomentan las relaciones sexuales desde los 9 años y los confunden sobre su sexualidad”.
En la página 79 del libro Nuestros Saberes de 4to. año (9 y 10 años), en el apartado de “Cuidados de la salud sexual”, refiere: “que se abra la posibilidad de tener experiencias sexuales, sin que haya discriminación o violencia, lo cual implica también las preferencias sexuales de los demás”.
Los libros, afirmó la Dra. Laris, “contienen actividades inapropiadas para la edad y el sexo opuesto, por ejemplo, en 2ndo. de primaria (7 y 8 años), en el libro “Nuestros Saberes” en la página 101, se les enseña sobre el clítoris y la vulva, en 3er. año en el libro “Proyectos de Aula”, deben dibujar un aparato reproductor de niña y niño. En 5to. de primaria (10 y 11 años) en la página 149 del libro “Proyectos de Aula”, se propone elaborar de una maqueta sobre erección y eyaculación; y en la página 137 del libro de 6to. año, “Proyectos de Aula”, la elaboración de toallas sanitarias, ambas actividades tanto para niñas y niños”.
Dinámicas explícitas que no van acorde con la edad, promueven la hipersexualización en las niñas y niños y sumado a otros factores como: poca supervisión de los padres de familia y bombardeo sexual en redes sociales ayudan a disminuir la edad inicial de las relaciones sexuales, y como consecuencia aumentan los embarazos en la adolescencia, las infecciones de transmisión sexual, el consumo de alcohol tabaco y drogas; y otras conductas de riesgo en esta etapa de la vida.
La también experta en salud pública, agregó que el abuso sexual infantil en México lamentablemente crece sin control, los libros de texto no son claros al rechazar esta conducta, por ejemplo, en el libro de 2ndo. año, “Nuestros Saberes”, página 172, dice lo siguiente: “Es indispensable hacer del conoci-miento de los niños y las niñas que las partes privadas de su cuerpo no deben ser tocadas sin su consentimiento. Lo que deja la puerta abierta para que cualquier adulto toque a un menor y se justifique al decir que sí hubo consentimiento de la niña o niño”. “Es decir, tocar a un niño con o sin su consentimiento, es violencia sexual en contra del menor, el libro no es claro”, puntualizó Rosario Laris
“Es importante resaltar que, los niños no tienen capacidad para consentir o no algún tipo de toca-miento en los genitales o de tipo sexual, ni para tener relaciones sexuales; por lo que la falta de precisión en los libros de texto confunde y promueve el abuso sexual” recalcó Laris.
En tanto, Francisco Landero, presidente de Suma por la Educación demandó la ausencia de la parti-cipación de los padres de familia, como primeros educadores en un tema tan importante y sensible como lo es la educación sexual.
“Los nuevos textos están plagados de definiciones vagas y confusas. Desliga a la sexualidad de la biología básica y se omite el inicio de la vida humana (fecundación) desde el vientre materno hasta el nacimiento”, enfatizó Landero.
Agregó que “se aborda el tema de sexualidad desligado totalmente de los procesos de afectividad que son fundamentales para el respeto de la dignidad personal y una sexualidad integral”.
Por su parte, Karla García, directora de la Unión Nacional de Padres de Familia en la CDMX; resaltó que la actuación del Gobierno Federal es a todas luces inconstitucional, al haber modificado el con-tenido de los libros de texto, sin consultar a los padres de familia y a especialistas como lo marcan las normas, además de distribuir los libros de texto sin hacer caso a una resolución judicial.
En este contexto, se coincidió en la importancia de la participación de los padres de familia como primeros responsables en la educación afectivo sexual de sus hijos, ser responsables de cuidar su inocencia, integridad física, intelectual, emocional y espiritual. Los niños no son un botín político o ideológico; es inaceptable y perverso que los contenidos vertidos en estos textos los confundan, hipersexualicen y afecten su integridad física y psicológica. Por lo que exigieron a las autoridades correspondientes, retirar los libros y subsanar de la mejor manera esta grave falta.
Finalmente, los distintos liderazgos de las instituciones recalcaron que las autoridades educativas, a través de los libros, pierden una gran oportunidad de brindar contenido de calidad a los padres de familia sobre: enseñar a sus hijos a que partes del cuerpo nadie debe tocar, el trato amable y el sano cariño afectivo de los padres, fortalecer la masculinidad y feminidad de los niños y niñas respectiva-mente, desde la primera infancia, generación del vínculo de confianza entre el niño y sus padres, de esta forma prevenir conductas de riesgo, desarrollar en los niños una adecuada autoestima y la ca-pacidad para denunciar un posible abuso.