Por José Ángel Solorio Martínez.
¿Por qué el movimiento magisterial en Tamaulipas, ha exhibido una potencia pocas veces vista en una agrupación sindical?
¿A qué se debe, el masivo apoyo de las bases a la dirigencia de la Sección XXX del SNTE?
¿Dónde reside la legitimidad del liderazgo de Arnulfo Rodríguez Treviño?
¿Porqué no ha funcionado la campaña negra contra Arnulfo y la estructura docente que lo apuntala?
¿Qué explica la resistencia de la parte oficial para negociar una salida equilibrada al conflicto?
Enunciaremos algunos ingredientes -de los cientos- que han incubado un problema estructural en el sistema educativo regional.
1.- Los profesores de inglés -se les conoce como teachers-, tienen 18 años, laborando en la SEP bajo condiciones de trabajo realmente inaceptables -muchos afirman, que inconstitucionales-. Se habla de más de dos mil -hombres y mujeres- que tienen una relación contractual con la dependencia.
Ese conglomerado magisterial, tiene una relación laboral con la institución, totalmente desventajosa, leonina: bajos salarios, inseguridad en el empleo, incertidumbre en su trabajo y otras lamentables circunstancias que hacen de ese grupo magisterial el más vulnerable de todo el sistema educativo de la entidad.
No pueden jubilarse.
No tienen derecho a atención médica.
No poseen prerrogativas de crédito.
No gozan de antigüedad: el gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca, les reconoció sus derechos del tiempo frente a grupo, pero no autorizó el techo financiero para cubrir ese movimiento administrativo.
No tienen acceso a tiempos completos.
No tienen representación ante el sindicato.
No cobran con regularidad; a algunos, se les adeudan meses.
No disfrutan de seguridad para el retiro; cotizan, pero se desconoce dónde están esos fondos.
2.- La reasignación de plazas. Este rubro, es por demás censurable. Las autoridades educativas -sobre todo la sub Secretaría de Planeación, al mando de Cuca Varela- remueven a profesores de una región a otra, sin ponderar los techos financieros -inexplicable, si se habla que los responsables de la planeación de la educación, conocen a fondo el tema-.
¿Cuál es el punto en ese asunto?
Lo que hace la sub Secretaria, Varela es parte del desastre educativo tamaulipeco: reubica a profesores de la zona centro y sur de estado, a la frontera. Hasta ahí, todo parece normal y dentro del instructivo.
La pifia de doña Cuca, es no prever los presupuestos que se generan en esas medidas: en la región fronteriza -zona cara, considerada por SEP y SNTE- los maestros cobran el 100 por ciento de sobresueldo.
Se habla de más de 600 profesores en esa situación: les siguen pagando, como si trabajaran en zonas no caras de la entidad.
3.- Otra maniobra deplorable de Cuca Varela, es la articulación de grupos de más de 45 y más escolapios. Tal medida, dificulta las prácticas didácticas y pedagógicas. La cantidad manejable, se dice que pueden ser hasta 30 alumnos por salón de clase.
¿Por qué se rebasa la cantidad de educandos en el espacio áulico?
Es una acción, que sólo puede ser vista a través del cristal económico: crear la necesidad de más personal docente…
…para la venta de plazas.
Muchas opiniones, coinciden en señalar a doña Cuca, de buena parte del desbarajuste en la SEP.
Se puede acusar de todo a la Sección XXX del SNTE.
Lo insensato -y hasta mezquino-, es regatear la mayoría de sus peticiones, que son más que justas.
