Tyson Foods y Perdue Farms, que en conjunto producen una tercera parte de la carne blanca que se vende en Estados Unidos, son objeto de investigaciones federales que buscan determinar si contrataron a niños inmigrantes para que limpiaran sus mataderos, que es de las labores más peligrosas en el país.
El Departamento del Trabajo inició su investigación luego de que un artículo publicado la semana pasada en The New York Times Magazine hallara que niños inmigrantes trabajaban turnos de noche para contratistas en las plantas de estas empresas en la costa este de Virginia. Niños desde los 13 años utilizaban ácido y mangueras de presión para eliminar sangre, grasa y plumas de las máquinas industriales.
El procesamiento de carne es de las industrias más riesgosas de la nación, y la ley federal prohíbe que menores de edad trabajen en rastros debido al alto riesgo de lesión que implican. El artículo del Times se concentró en un solo niño, Marcos Cux, cuyo brazo fue mutilado por una banda transportadora el año pasado mientras esterilizaba una zona de deshuesado en la planta de Perdue. Cursaba el octavo grado.
Estas investigaciones representan un caso inusual en el que dos marcas de consumo masivo enfrentan escrutinio federal por trabajo infantil. Muchas empresas de procesamiento de carnes subcontratan a firmas de saneamiento, las cuales técnicamente son las que contratan a los trabajadores.
Luego de que otra investigación reciente del Departamento del Trabajo reveló que más de 100 niños estaban limpiando fábricas en todo el país, una firma, Packers Sanitation Services Inc., pagó una multa de 1,5 millones de dólares. Pero las corporaciones nacionales que se beneficiaron de la explotación infantil, incluida Tyson, no fueron investigadas.
Seema Nanda, la directora jurídica del Departamento del Trabajo, declaró en una entrevista que el gobierno de Biden estaba examinando si las grandes corporaciones pueden considerarse empleadores aunque los niños entren a sus fábricas por medio de contratistas.
“Ya estamos muy lejos de la época en que las marcas podían decir que no sabían que había niños trabajando en su cadena de suministro”, afirmó Nanda. “La intención es asegurarnos de que quienes ocupan los puestos más altos de la cadena de suministro hagan responsables a los subcontratistas y a las agencias de contratación de personal”.
Los representantes de Perdue y Tyson dijeron que las empresas no intentaban evadir su responsabilidad y que cooperarían con cualquier investigación. Las compañías, que tienen políticas que prohíben el trabajo infantil, declararon que no tenían conocimiento de que hubiera niños trabajando en sus plantas de Virginia.
Tyson aseguró que ahora contrataba directamente a su personal de limpieza en el 40 por ciento de sus rastros y pretendía hacer más contrataciones internas para estas labores. Perdue confirmó que había contratado a un auditor externo para que le sugiriera nuevas políticas. “Reconocemos la naturaleza sistémica de este problema y asumimos cualquier papel que podamos desempeñar en el desarrollo de una solución”, declaró a través de un comunicado la portavoz de Perdue, Andrea Staub.
El Departamento del Trabajo también abrió investigaciones sobre las empresas responsables de administrar los turnos de limpieza para Perdue y Tyson en Virginia: Fayette Industrial, que trabaja con Perdue, y QSI, que colabora con Tyson y es parte de un conglomerado, The Vincit Group.
Fayette contrató a Marcos a la de edad de 13 años luego de que llegó a Virginia desde su pueblo en Guatemala. En febrero de 2022, estaba limpiando en lo más profundo del interior de una banda transportadora en la planta de Perdue cuando esta de pronto se encendió, lo jaló por el suelo y le abrió el brazo. Tuvo que someterse a tres operaciones, pero su brazo quedó colgado a su costado y su mano en forma de garra.
Marcos es uno de los miles de niños mexicanos y centroamericanos que han llegado solos a Estados Unidos desde 2021 y terminaron en trabajos peligrosos y extenuantes, según reportó el Times este año en una serie de artículos.
El miércoles, el Departamento del Trabajo tomó una iniciativa adicional y envió una alerta a cientos de investigadores en todo el país sobre una “medida de ejecución directa” de políticas de trabajo infantil contra QSI. La alerta describía un sistema de compensación a cambio de información sobre la empresa administrado por la oficina del departamento en Tennessee, donde tiene su sede la proveedora de servicios de aseo.
Tanto Fayette como QSI afirmaron que tenían políticas que prohibían el trabajo infantil y que no estaban al tanto de las investigaciones federales. Tyson señaló que planeaba terminar su relación laboral con QSI en varias plantas, mientras que Perdue le dijo a Fayette que podría rescindir su contrato.
Si bien el Departamento del Trabajo tiene menos de 750 investigadores para más de 11 millones de lugares de trabajo, otra agencia federal —el Departamento de Agricultura— envía inspectores a los rastros del país todos los días.
La semana pasada, el Times reportó que los inspectores de seguridad alimentaria seguido encontraban a menores trabajando en las plantas de Virginia, pero no creían que les correspondiera informar sobre las violaciones a las políticas de trabajo infantil. Los inspectores dijeron que sabían que los niños tenían que trabajar para pagar la renta y enviar dinero de vuelta a sus familias necesitadas.
Un portavoz del Departamento de Agricultura comunicó que la agencia estaba capacitando de nuevo a los casi 8000 inspectores alimentarios de la nación a fin de que informen de inmediato al Departamento del Trabajo si ven a trabajadores niños.
“El uso ilegal de mano de obra infantil —en particular, pedirles a los niños que realicen tareas peligrosas— es inexcusable”, declaró el vocero, Allan Rodriguez.
Los legisladores exhortaron a las empresas y al gobierno de Biden a hacer más para sacar a los niños de los rastros. El senador republicano por Misuri Josh Hawley, le envió una carta al director ejecutivo de Tyson Foods, Donnie King, en la que le pedía que garantizara que su empresa se comprometiera a una auditoría independiente de trabajo infantil.
Varios demócratas, incluido el senador de Virginia Tim Kaine, el senador de Nueva Jersey Cory Booker y la representante de Míchigan Hillary Scholten, afirmaron que impulsarían proyectos de ley y aumentarían el financiamiento para facilitar la rendición de cuentas de estas empresas.