El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha reafirmado este miércoles su intención de reformar la Constitución del país y ha reivindicado el uso de los referéndum, una medida que espera ampliar y facilitar para tomas decisiones de forma más sencilla y directa por parte de la ciudadanía.
Aunque algunas de sus propuestas ya fueron planteadas durante su anterior mandato, Macron ha vuelto a abogar por una enmienda de la Carta Magna. Así se ha pronunciado en un acto con motivo del 65º aniversario, precisamente, de la actual Constitución francesa, que se remonta a 1958.
Macron desea «dar más fuerza a la soberanía popular» y responder a las «aspiraciones democráticas de nuestro tiempo», si bien para sacar adelante la reforma es necesario el visto bueno de la Asamblea y el Senado con el voto a favor de tres quintas partes del Parlamento. Esto obliga al presidente a encontrar «las fuerzas políticas más allá de las divisiones habituales», como ha admitido el propio mandatario.
En este sentido, ha reivindicado el proyecto de «ampliar el alcance del referéndum» para sacar adelante «reformas relativas a cuestiones sociales». Actualmente, la Carta Magna estipula que estos plebiscitos se utilizan solo para sacar adelante modificaciones en tres cuestiones: la organización de los poderes públicos; la política económica, social o ambiental y los servicios públicos que a ella contribuyen; y la ratificación de un tratado.
«Ampliar el alcance del referéndum no puede permitirnos eludir las normas del Estado de Derecho», ha advertido ante el Consejo Constitucional. Sin embargo, ha insistido en que es importante evitar revisar la Constitución «bajo influencia alguna las emociones», según ha recogido el diario ‘Le Figaro’.
Macron, que busca simplificar los procesos para realizar consultas populares mediante una enmienda al artículo 11 de la Constitución, ha incidido en la importancia de el referéndum permita a los franceses tomar decisiones sobre cuestiones relevantes y ha expresado su deseo de que el derecho al abordo sea incluido en la Constitución «lo antes posible».
Por otra parte, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de llevar a cabo una descentralización en un intento por dar «más libertades pero también más responsabilidades» a las autoridades locales. Para ello, ha dicho «es necesario repensar toda nuestra arquitectura territorial» teniendo en cuenta que la «intromisión» del Estado lleva a una «ineficiencia por parte de la acción pública».
