La relatora especial de Naciones Unidas para los derechos humanos de los palestinos, Francesca Albanese, urgió este martes desde Australia a humanizar la narrativa sobre el conflicto en Oriente Medio, con más de 11.000 palestinos muertos, de los cuales alrededor del 40 % son niños.
«Hay una tendencia a hablar de la muerte de los palestinos como una tragedia, mientras que las muertes israelíes son crímenes y hay mucha empatía y solidaridad que va hacia ellos cuando son víctimas de la violencia y con razón, esto es lo que deberíamos hacer como seres humanos», dijo Albanese ante el Club Australiano de Camberra.
En contraste, a los palestinos «se les mata, se les culpa y también se les difama cuando intentan hablar. Hay que aclarar los hechos», exigió Albanese, quien se encuentra de gira por Australia en virtud de una invitación de la Asociación Australiana de Amigos de Palestina (AFOPA).
La relatora también denunció que se están cometiendo «muchos crímenes de guerra» en los territorios palestinos ocupados, mientras que Australia y otros países occidentales que «murmuran condenas» o se «mantienen en silencio», como si vivieran «una realidad alternativa».
«Estamos mirando al abismo mientras los palestinos se enfrentan a la amenaza existencial más importante (de su historia) y, de otra manera, (miramos a) los israelíes, especialmente los judíos, que como sociedad informada por valores humanos se están perdiendo a medida que el país se ve envuelto en crímenes genocidas», subrayó.
En su discurso, Albanese opinó que Israel ha emprendido sus acciones bélicas argumentado que «es en defensa propia contra una amenaza emanada de un territorio que ocupa», y criticó a Tel Aviv por los ataques cerca de hospitales, mezquitas, centros de estudios en Gaza.
«Los crímenes contra la humanidad deben ser contabilizados y también deben prevenirse», enfatizó la relatora.
La reciente guerra, que se desató el 7 de octubre tras el ataque en el sur de Israel del grupo islamista Hamás desde la Franja de Gaza, ha causado por el lado israelí unos 1.200 muertos y más de 240 secuestrados.
En el lado palestino se han registrado cerca de 11.200 muertos -alrededor del 40 % niños-, más de 28.000 heridos, 3.000 desparecidos y más de 1,5 millones de desplazados.