Por Miguel Ángel Martínez Salazar.
Investigadores y estudiantes de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) trabajan en la mejora de la producción de cabritos, centrándose en investigaciones sobre su comportamiento nutricional mediante la alimentación a base de plantas nativas del noreste de México cuyas propiedades mejoran la calidad de la leche de cabra y la carne del cabrito.
El trabajo desarrollado por la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UAT (FMVZ) se orienta hacia la producción de cabrito, aprovechando la presencia de cabras de origen lechero.
Aunque aún están en fases iniciales, se han llevado a cabo extensas investigaciones, especialmente en el comportamiento nutricional de los machos caprinos y la producción en general.
Entrevistada al respecto, la Dra. Cecilia Zapata Campos, docente e investigadora de esta Facultad de la UAT, destacó que la investigación abarca tanto la parte nutricional como la conducta ingestiva de los caprinos.
En particular, están explorando cómo los cabritos de la zona noreste de México seleccionan y consumen plantas del matorral espinoso tamaulipeco, destacando que estas plantas no solo tienen características nutricionales valiosas, sino también propiedades químicas que benefician tanto a la carne como a la leche de la cabra.
El proyecto es respaldado por investigaciones de estudiantes de posgrado enfocadas en la determinación del comportamiento ingestivo de hembras caprinas, la influencia de diferentes tipos de vegetación en su dieta, así como su capacidad para automedicarse y seleccionar plantas beneficiosas.
Comentó que esta selección de plantas con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que contribuyen a la eliminación de radicales libres en caprinos se traduce en beneficios para la calidad espermática en los machos y para la calidad de la leche en las hembras. Además, la leche de cabra, ya considerada nutracéutica (es decir, un alimento que actúa como medicamento) por sus propiedades beneficiosas para la salud humana, se ve potenciada cuando las cabras consumen estas plantas, aportando ácidos grasos cruciales para los consumidores humanos.
El equipo ha alcanzado notoriedad y reconocimiento por sus logros en la producción de cabritos «Supremo». Han recibido premios universitarios y reconocimientos como una de las mejores tesis de calidad en investigaciones con animales.
La especialista indicó que este éxito se atribuye a la atención meticulosa que dan a la alimentación de los animales, desde la gestación hasta la lactancia, y agregó que cambios específicos en la dieta durante los últimos cincuenta días de gestación han permitido obtener del cabrito un riñón tapado con grasa y que nazcan con un peso idóneo, los cuales son indicadores de calidad excepcional.
La Dra. Cecilia Zapata adelantó que la Facultad de Veterinaria de la UAT está preparándose para mejorar aún más la producción de leche, pues se plantea expandirse a zonas de alta marginación con el fin de comprender cómo las cabras se adaptan y seleccionan alimentos en condiciones menos favorables, llevando sus investigaciones a comunidades donde la abundancia de alimentos es limitada.
Finalmente, instó a las personas a consumir tanto la leche como la carne de cabra por sus propiedades nutracéuticas, y dijo que, para aquellos interesados en adquirir productos derivados de caprinos, la Facultad los ofrece de alta calidad, respaldados por investigaciones que aseguran beneficios nutricionales para sus consumidores.