Es complicada la situación legal que enfrenta Carlos Víctor Peña Ortiz ante la suspensión de sus derechos ciudadanos para votar y ser votado, porque quien solicitó dicha cancelación fue un órgano jurisdiccional y no la entidad ejecutante que sólo tiene atribuciones administrativas.
Así que resulta inútil la acusación del tal ‘Makito’ contra la persecución política que él dice hay en contra suya por parte de políticos de morena y el Instituto Nacional Electoral (INE), en su estrategia mediática de victimizarse para lograr la indulgencia de la opinión pública reynosense.
Por tanto, me parece exagerada, también la exigencia de Mario Rafael Llergo Latournerie –consejero de morena en el INE–, para destituir al vocal ejecutivo de la Junta local del INE en la entidad (Sergio Iván Ruiz Castellot) por, según dijo, ‘autorizar que en estrados se colocara la suspensión de los derechos políticos de Peña Ortiz’.
El diputado federal tabasqueño, quien huyó de Tamaulipas tras causar un verdadero desmadre partidista, como delegado del membrete guinda, al defender al vástago de Maki Esther Ortiz Domínguez con el ímpetu como lo hizo, sólo acrecienta la sospecha de que, por instrucciones de Mario Martín Delgado Carrillo, recibió chingos de lana por la candidatura a la alcaldía, de parte del clan ‘Makiavélico’.
Lo cierto es que Carlos, Carlos Víctor, Carlos Roberto o como se llame el apellidado Peña Ortiz u Ortiz a secas cuenta con, al menos, cuatro actas de nacimiento.
Hace días tramitó un nuevo amparo –lleva más de tres decenas, por lo menos en un trienio–, para evitar que el juez de control de la tercera región judicial –con residencia en San Fernando–, Alejandro Federico Hernández Rodríguez, lo juzgue por diversos ilícitos.
Así como la Fiscalía General de la República (FGR).
Los delitos del fuero común, por los que es acusado, se relacionan con la usurpación de funciones públicas y variación del nombre, o identidad, así como de apelativos.
En tanto, los del fuero federal, se refieren a operaciones con recursos de procedencia ilícita y enriquecimiento inexplicable.
Ante esa pérdida de sus derechos políticos (por su comisión de ilícitos) la dirigente estatal de morena, Yuriria Iturbe Vázquez, ha sido muy clara en desmarcar a morena de Carlos, al precisar que ‘no es un asunto de partido, sino personal, que él debe atender y solventar para demostrar que no tiene suspendidos sus derechos políticos y es elegible’.
La dirigente no muestra duda alguna al afirmar que “en morena no se persigue a nadie, pero tampoco solapamos situaciones fuera de la ley; y en este caso hablamos de requerimientos que Carlos Peña Ortiz debe atender”, como es su comparecencia ante la autoridad judicial que le abrió un proceso penal a raíz de varias denuncias. Entre ellas, la presentada por el abogado Marcelo Olán Mendoza.
La Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con sede en Monterrey (Nuevo León), confirmó que Makito es inelegible porque no cuenta con credencial de elector.
Pero no es la única vía conducente para ser postulado, en un principio, porque el partido, contra el que se queja, ni siquiera ha rehusado postularlo candidato a la alcaldía de Reynosa, sino, solamente, precisado que de confirmarse la suspensión de sus derechos políticos habría de nominar a otra persona como candidato a la alcaldía de Reynosa.
En su paranoia, ‘Makito’ ha señalado que ‘hay intereses políticos’, para descarrilarlo, sugiriendo que provienen del mismo gobierno estatal. Pero su apreciación asoma infundada porque no ofrece pruebas ni dice nombres; y, por supuesto, tampoco detalles del por qué así lo considera.
Consecuentemente el tal ‘Makito’ debe responder ante la autoridad por los delitos porque es acusado, previo a pelear la candidatura de morena. Y, según observo, ya le está negada.
Maki, ¿al relevo?
Ha trascendido que Maki Esther Ortiz Domínguez, quien fuera senadora de la República por el Partido Acción Nacional (PAN) –del 1 de septiembre del 2012 al 4 de febrero del 2016, durante el régimen presidencial de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa–, quien actualmente es candidata al Senado (por el membrete verde), se ‘sacrificaría’, otra vez, como candidata a la alcaldía, en caso de que su retoño (Carlos) sea desechado definitivamente.
En su primera incursión, como presidenta municipal de Reynosa, Maki lo hizo representando al membrete albiceleste. Y fue reelecta, también, por el mismo partido.
Pero en 2021, porque el membrete albiceleste se negó a nominar a su hijo como candidato a la alcaldía, ‘chaqueteó’ políticamente, aliándose a la marca lópezobradorista, pero imponiendo a su vástago como abanderado, a quien hizo ganar por la estructura que logró a lo largo de años, merced al dispendio municipal para la compra a dirigentes seccionales, entre quienes todavía tiene influencia.
En la actual tesitura (en que su retoño luce apestado en morena), Maki (ha trascendido) se ‘sacrificaría’ como candidata senatorial si el ‘alto mando de morena’ no logra imponer a Carlos (como candidato), para ser ella quien entre al relevo.
Obviamente esta jugarreta la admitiría Mario Delgado.
Lo comento porque es público que, entre ella y él, entre él y ella, existe una fuerte relación económica.
Según ha trascendido.