Por Miguel Ángel Martínez Salazar.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) experimenta el uso de un insecticida
elaborado a base de plantas, para combatir la enfermedad conocida como “varroasis”
causada por una especie de ácaro que afecta a las abejas causando graves problemas a la
apicultura en México.
Al respecto, el Mtro. Jesús Humberto Reyna Flores, estudiante del Doctorado en
Ciencias en Sanidad y Producción Animal de la Facultad de Medicina Veterinaria y
Zootecnia (FMVZ-UAT), explicó que la investigación busca encontrar un método natural
para atacar esa enfermedad que es causada por el ácaro “Varroa destructor” que afecta a las abejas obreras, reinas y zánganos.
Explicó que la “varroasis” representa un reto para la apicultura no solo en
Tamaulipas, sino en el contexto internacional, debido a la resistencia que este ácaro ha
generado por el uso excesivo de productos químicos para su control.
Comentó que se ha reflejado el incremento de dosis de diversos compuestos
químicos, lo que impacta negativamente la inocuidad por la presencia de residuos químicos
en la miel y otros productos derivados como la cera.
Detalló que el uso de diversas especies botánicas, a manera de aceites esenciales,
extractos, hojas o frutos secos y moliendas, han demostrado resultados favorables en
términos de mortalidad y caída de ácaros.
Precisó que en su proyecto experimenta el uso de especies como el huizache
(Acacia farnesiana), el chaparro prieto (Acacia rigidula) y el laurel silvestre (Litsea
glaucescens), para determinar qué tipo de moléculas se podían obtener con posibles efectos insecticidas.
Dijo que los estudios revelaron que el huizache mostró mayor capacidad
antioxidante y posibles efectos insecticidas; y respecto al laurel señaló que es una de las
especies aromáticas con mayor cantidad de compuestos que pueden ser una alternativa para atacar la enfermedad.
Y respecto al chaparro prieto, comentó que, al igual que el huizache, pertenece a la
familia de las fabáceas, cuyos compuestos tienen efecto antimicrobiano.
Subrayó que la importancia del estudio radica en encontrar una alternativa al uso de
insecticidas químicos, que generan un daño en la locomoción de las abejas.
Añadió que, con base en los resultados, se evaluará la mortalidad de los ácaros, así
como de las abejas, para saber si los compuestos detectados pueden ayudar a encontrar un tratamiento alternativo que sea replicable y de fácil acceso para los productores, y, sobre todo, que no afecte la salud de las abejas.