Conflicto bélico estalla entre Israel e Irán en una nueva escalada de violencia. En la madrugada del 12 al 13 de junio de 2025, fuerzas aéreas israelíes lanzaron una ofensiva sin precedentes contra múltiples objetivos militares y nucleares en territorio iraní, empleando aproximadamente 200 aviones de combate.
Víctimas de alto rango en el ataque
El ataque causó la muerte de dos figuras prominentes del ejército iraní: Hossein Salami, líder de la Guardia Revolucionaria, y Mohammed Bagheri, jefe del Estado Mayor iraní. Teherán aseguró ejercer su “derecho legal y legítimo a defenderse”, prometiendo acciones de represalia.
Daños colaterales y reacciones ciudadanas
La población civil sufrió afectaciones directas, con al menos 329 heridos en zonas residenciales de Teherán. Los bombardeos alcanzaron barrios habitados, generando alarma entre los residentes que presenciaron edificios dañados y estructuras colapsadas.
Objetivos estratégicos en el punto de mira
El complejo nuclear de Natanz, ubicado en Isfahán, fue uno de los blancos principales. Esta instalación, clave en el controversial programa atómico iraní, ha sido foco de tensiones con Israel desde hace años.
Declaraciones y símbolos antes del ataque
Antes de los bombardeos, se difundió una imagen del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, depositando una nota en el Muro de las Lamentaciones que decía: “Un pueblo se levantará como un león, como un león se alzará. ¡No se acostará sin haber devorado a su presa, sin haber bebido la sangre de sus víctimas!”
Respaldos internacionales y amenazas futuras
El presidente Donald Trump calificó la operación como “excelente” y advirtió de “ataques todavía más brutales” si Irán no llega a un acuerdo nuclear. Estados Unidos mantiene negociaciones con Teherán sobre su programa atómico.
Consecuencias en territorio israelí
Las calles de Tel Aviv se vaciaron por temor a represalias iraníes, cancelándose eventos públicos como el desfile anual del Orgullo. La amenaza de contraataques generó medidas preventivas en ciudades israelíes.
Indignación global ante la escalada
Manifestaciones multitudinarias sacudieron ciudades en Irán y otros países musulmanes, con protestas en Teherán y Lahore. Las banderas de Irán y Palestina se alzaron en actos de resistencia contra la ofensiva israelí.