Un legado artístico rescatado del olvido
Después de permanecer ausente del circuito público durante 18 años, vuelve a aparecer el tríptico «Sueño de sirenas» (1963), una obra monumental creada por la artista surrealista Leonora Carrington. La última vez que fue subastada fue en Christie’s Nueva York en 2007, siendo adquirida por un coleccionista suizo de Lausana.
El regreso de esta pieza se da en el contexto de Art Basel 2025, donde será presentado de manera exclusiva por Di Donna Galleries, como un hallazgo que surge desde lo más profundo del tiempo.
El origen de una obra única
El cuadro fue una creación encargada directamente por María Félix, la emblemática figura del cine mexicano, a Carrington, quien desde entonces había adoptado a México como su tierra de inspiración. La obra, que desplegada mide 142,5 x 148,2 cm, no nació de un impulso vanidoso, sino de un deseo profundo de plasmar visualmente sus sueños.
El resultado fue una representación trina de la actriz: tres versiones de sí misma, con materiales distintivos: una de madreperla, una de fuego y una de bronce. Esta fragmentación busca capturar la esencia mística de una mujer que, en vida, parecía más una deidad que una simple diva.
El arte como altar femenino
El cuadro transcurre como un altar pictórico, donde el elemento central no es una figura religiosa, sino lo femenino en su máxima expresión: inquietante, transformador y poderoso. La representación central es una sirena de madreperla que emerge de un remolino de luz, mientras que a su izquierda aparece una figura oscura, y a la derecha, una criatura de fuego que irradia fuerza.
«Leonora me preguntó cómo imaginaba el cuadro, y le conté un sueño que tuve una vez. Soñé que estaba en el mar, apareciendo primero como una sirena de madreperla, luego como una sirena de fuego, y finalmente como una sirena de bronce», relató María Félix en un video de la Casa Estudio Leonora Carrington de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Una colaboración que trasciende lo estético
El marco, diseñado en colaboración con el escultor José Horna, forma parte del magnetismo de la pieza. Decorado con dorado antiguo, posee unas manos extendidas que no tocan, pero que ejercen una atracción sensual sobre quien lo observa. La estructura del tríptico evoca el simbolismo de los retablos tradicionales, aunque su propósito no es religioso, sino una consagración artística de María Félix.
Leonora Carrington, con su dominio del surrealismo y su conexión con el lenguaje pictórico onírico, logró plasmar en el lienzo una visión que trasciende lo meramente visual. «Sueño de sirenas» no solo es una obra de arte, sino un portal que invita a soñar al espectador.
El legado de dos mujeres icónicas
El regreso de este cuadro en 2025 representa una conexión con una época en la que el arte en México se hacía con una mirada mágica, casi alquímica. Carrington y María Félix no solo fueron figuras relevantes en sus disciplinas, sino dos mujeres que convirtieron sus visiones en símbolos culturales duraderos.
La obra será nuevamente subastada, esperando encontrar un nuevo admirador que valore esta colaboración única entre dos mujeres que marcaron la historia del arte y el cine en el siglo XX mexicano.