Ante el cierre de la guardería El Papalote, en Veracruz, la cual era subrogada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), padres de familia se manifestaron afuera de las oficinas de la Secretaría de Gobernación ya que se quedaron sin opciones viables de cuidado para sus hijos.
Jenisseth Pelayo Tlapa, de Playa de Chacalacas, explicó que su hija Danila, de 3 años, acudía a la guardería localizada en Ciudad Cardel, en el Municipio de Antigua Veracruz, y era la única opción cercana.
«Es la única guardería que había ahí del IMSS, las otras están muy lejos. En Veracruz, en el puerto hay varias, pero están a una hora».
Ahora, con el cierre de esta guardería, Jenisseth y Danila tendrían que trasladarse hasta por una hora para llegar a la guardería del IMSS más cercana, y en la cual nunca hay disponibilidad.
El IMSS, afirmaron inconformes, les ofreció 4 mil 200 pesos mensuales para que inscriban a sus hijos en una guardería privada pero hay planteles que no aceptan lactantes y al menos requerirían el doble de ese dinero para costear las que sí.
Entre transporte, uniformes, alimentación y colegiatura, una guardería privada costaría 8 mil pesos mensuales y solo les ofrecieron 4 mil 200, por ello demandan que el IMSS subrogue de nuevo la guardería El Papalote.
Alondra Quintanar, representante legal de la guardería, aseguró que el IMSS canceló la subrogación de esta guardería de manera arbitraria.
«Es una escuela con más de 20 años de servicio. Dice (el IMSS) que es por un tema de seguridad, porque hay una distribuidora de abonos cerca, sin embargo está dentro de las limitaciones», expuso.
«Todas las calificaciones de la supervisión están completas y al 100 por ciento; todo está dentro de la norma».
Héctor Quintanar, administrador de la guardería, dijo que para evitar la corrupción el mismo IMSS designó a terceros acreditados.
«Aquí ellos (el IMSS) se brincan todos los documentos que nos ha dado Protección Civil y que cumplimos con todo y entonces, ellos por propia palabra dicen que la guardería es un peligro en sí», comentó.
«No tenemos contrato desde el primero de abril aún cuando más de 50 jueces han concedido el amparo a los derechos pequeños».
Héctor Quintanar dijo que continuarían las protestas en las instalaciones centrales del IMSS, lo que sí hicieron, con el propósito de dialogar con el director Zoé Robledo.
En El Papalote, afirmó, estaban inscritos 93 niños.
Además de los papás y administradores, educadores acudieron a la manifestación e instalaron una «miniguardería» para atender a los niños afectados por el cierre.