Italia y Grecia son hasta el momento los países más afectados, en cuanto a superficie quemada, por los incendios que afectan en las postrimerías de este mes de julio a varios países mediterráneos, tanto del sur de Europa como del norte de África
En Italia, lo peor sigue estando en la isla de Sicilia, donde los dos últimos días han ardido 700 hectáreas de área boscosa en 338 incendios que dejan daños por valor de 60 millones de euros, según una primera estimación de la Protección Civil local, a los que hay que añadir otros 200 millones más, cuantificados por el sector agrícola, coincidiendo con la ola de calor que los ha acompañado con temperaturas por encima de 45 grados.
Este jueves aún continúan activos una treintena de fuegos, si bien la situación ha mejorado en la provincia de Messina, salvo algunos focos en los territorios de Santa Teresa, Letojanni y Savoca, mientras que en Mandanici la situación «está bajo control», pero varias familias han visto sus casas destruidas, hectáreas de patrimonio forestal han sido quemadas y los sistemas de alumbrado, telefonía y red de agua han resultado dañados por las llamas.
En Palermo también continúan los incendios y desde esta mañana están sobrevolando las avionetas de lucha contra el fuego sobre la zona boscosa de Altofonte, mientras que la valle del Fico arde desde hace dos días, pero los bomberos aseguran que este fuego al menos está controlado.
En la misma provincia, las llamas no perdonaron el parque Arqueológico de Segestan, cuyos alrededores quedaron calcinados, aunque no llegaron a dañar el templo griego y el teatro en un siniestro que según el presidente de la región de Sicilia, Renato Schifani, fue provocado.
Grecia es el otro país del sur de Europa más afectado hasta ahora este verano, con grandes fuegos en todo su territorio y nuevos focos en el interior del país, mientras las llamas en las islas de Rodas, Corfú y Eubea continúan fuera de control.
El frente que más preocupa en estos momentos a las autoridades es el que comenzó ayer miércoles a cinco kilómetros al oeste de Volos, en Grecia central, pues amenaza la zona industrial de esta ciudad de 150.000 habitantes: durante la pasada madrugada fue preciso evacuar al menos 9 pueblos costeros.
Según el ministro de Crisis Climática y Protección Civil, Vasilis Kikilias, un total de 594 incendios han afectado durante los últimos diez días a Grecia y, además de los daños a la propiedad y al medioambiente, han dejado hasta ahora cinco víctimas mortales.
En Rodas, ya han ardido unas 16.000 hectáreas de bosque, varias viviendas han quedado calcinadas y un número de animales no cuantificado ha muerto, mientras 19.000 personas -7.000 de ellas, turistas- tuvieron que ser evacuadas.
En Eubea, se reavivó la pasada noche un gran frente en torno al pueblo costero de Caristo, mientras que, en Corfú, en el noroeste de Grecia, otro gran incendio forestal continúa fuera de control .
España también enfrenta varios incendios este julio aunque, hasta el momento, no han alcanzado los devastadores niveles del año pasado: uno de los últimos en ser extinguido en la península ha sido el de Santa Colomba de Curueño (León) esta misma mañana, mientras que en el archipiélago canario ha quedado estabilizado el declarado el martes en la cumbre de Gran Canaria.
No obstante, los equipos de extinción trabajan contra la reactivación del fuego que se declaró en la isla de La Palma el pasado 15 de julio y que vuelve a arder en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, en una zona de difícil acceso.
En el norte de África, las autoridades de Argelia confirmaron el control de todos los fuegos que afectaron especialmente a la región de Cabilia y que arrojan un balance de 34 muertos y más de 300 heridos aparte de los daños materiales y hoy ha sido la Unidad Militar de Emergencias (UME) española la que ha dado por controlado el último foco activo en Túnez.
La UME, junto con dos aviones apagafuegos del Ejército del Aire de España, ha participado en la extinción de las llamas en la provincia tunecina de Tabarka.
Este país magrebí registra desde el lunes 14 focos en ocho regiones con al menos una víctima mortal, siendo el bosque de Malloula la zona más castigada debido a su ubicación: frente al mar en una zona expuesta a los fuertes vientos y las altas temperaturas que han superado los 50 grados en varios puntos del territorio.