Por Carlos López Arriaga.
Cd. Victoria, Tam.- Para salud del lenguaje, en el campo preciso del habla cotidiana, será un alivio que en los próximos días desaparezca de nuestro vocabulario político y reporteril la palabra corcholata.
El terminajo fenece de muerte natural, salvo que algún obstinado quiera reutilizarlo en las entidades que renuevan gubernaturas y alcaldías.
Aunque no tendremos candidatos todavía, al menos en el léxico oficial. Igual en MORENA que en el frente opositor, quienes ganen se ostentarán como “coordinadores” durante los meses que falten para su inscripción ante el INE y el correspondiente inicio de campañas.
Detalle curioso: también la oposición aceptó dicho juego de simulación. Una selección interna precoz cuyos ganadores (ganadoras) habrán de fungir como abanderados (abanderadas) en los comicios presidenciales que tendrán lugar nueve meses después, el 2 de junio de 2024.
Anticlimática, la competencia entre el aspirantado guinda. Algo ríspida su similar opositora, sobre todo en la fase final cuando sus dos finalistas, PAREDES y GÁLVEZ, intercambiaron algunos denuestos.
Llegan a su fin las campañas primarias emplazadas hacia el 2024. Ya son historia. El próximo domingo 3 de septiembre tendremos resultados dentro del Frente Amplio por México. El miércoles 6, se divulgará el desenlace de MORENA.
Según la última encuesta de diario REFORMA, entre los sondeos de mayo y agosto, CLAUDIA SHEINBAUM habría subido de 31% a 37%. De acuerdo a esta misma fuente, MARCELO EBRARD cayó de 26% a 22%.
Ello, mientras GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA pasó de cero a 7%; MANUEL VELAZCO de cero a 6%; ADÁN AUGUSTO LÓPEZ bajó de 6% a 5% y RICARDO MONREAL de 5% a 4%.
En cuanto a la candidatura presidencial de Movimiento Ciudadano, el alcalde de Monterrey (DONALDO COLOSIO) aparece con 38%, superando con mucho al gobernador de Nuevo León SAMUEL GARCÍA, quien figura con 20%. Al jefe DANTE lo dejan con 10%.
Sobre el mismo partido naranja, según REFORMA, 57% de los entrevistados simpatiza con la opción de que tenga candidato propio y compita por separado, mientras que solo al 26% les gustaría una alianza con el Frente Amplio (PRI, PAN, PRD).
A la pregunta de por quién votarían “de ser hoy las elecciones”, un 44% dijo que por CLAUDIA, el 30% por XÓCHITL y el 14% por MARCELO.
El referido estudio fue de carácter nacional y en vivienda, se efectuó del 18 al 23 de agosto con mil personas adultas, bajo un diseño de muestra bietápico, estratificado y por conglomerados, con un margen de error de más/menos 4% y un 95% de confianza.
Por su parte, el diario EL FINANCIERO divulgó los resultados de su encuesta realizada entre los días 25 y 26 de agosto sobre una muestra de 500 adultos, consultada por vía telefónica a números residenciales y celulares.
Entre las aspirantes opositoras, considerando el voto efectivo (ya libre de respuestas indefinidas) XÓCHITL GÁLVEZ aparece con 58% y BEATRIZ PAREDES con 42% (nada menos que 16 puntos de diferencia).
Por igual, eliminando las respuestas indefinidas, el voto efectivo hacia el interior de MORENA apunta al liderazgo de CLAUDIA (con 37%), seguida de MARCELO (29%), ADAN AUGUSTO (16%), NOROÑA (8%), MONREAL (5%) y VELAZCO (igual, 5%).
MIRANDO ATRÁS
Acaso en algo hayamos mejorado si nos remontamos seis años atrás, en los procesos previos a la elección de 2018, cuando la candidatura del PAN fue producto de un atraco, nada menos que desde su Comité Ejecutivo Nacional..
Un golpe interno asestado por su entonces presidente RICARDO ANAYA para anular a cualquier otra opción dentro del partido albiazul, como MARGARITA ZAVALA. A dicho autodedazo de ANAYA se unirían los partidos PRD y MC, dentro de una coalición denominada “Por México al frente”.
En el PRI, el entonces presidente ENRIQUE PEÑA NIETO hacía sus planes, reformando los estatutos del organismo tricolor para permitir candidaturas externas a la primera magistratura del país.
Dicha reforma partidista tenía dedicatoria en favor de JOSÉ ANTONIO MEADE, miembro del gabinete peñista quien se presumía sin partido, aunque en el pasado fue secretario de gabinete en los gobiernos de FOX y CALDERÓN.
Para dicho proceso que arranca en 2017 y culmina en 2018 ninguno de los candidatos llegó por elección primaria o interna. En todos fueron decisiones de cúpula.
En el caso de MORENA la opción única de LÓPEZ OBRADOR resultaba (al menos) comprensible y en buena medida justificada, si recordamos que (1) era un partido de nueva creación que (2) participaba por vez primera en una contienda presidencial y además (3) se consideraba proyecto y hechura de un liderazgo natural como ha sido el de AMLO.
En los otros partidos no hubo ni un asomo de consulta a sus respectivas bases. MEADE fue nombrado por dedazo de PEÑA, mientras que ANAYA le pasó por encima a los demás aspirantes y los ulteriores apoyos que recibió del PRD y el MC vinieron de acuerdos tomados en sus respectivas élites directivas.
En el actual proceso (2023-2024) supimos al menos de precandidaturas, las seis del bando obradorista y la treintena que en principio afloró en la trinchera opositora, de la cual (entre declinaciones y eliminatorias) quedan las dosfinalistas de BEATRIZ y XÓCHITL.
Es decir, si comparamos las contiendas internas que terminan esta semana con las de seis años atrás, al menos ahora han sido más entretenidas, diversas y competitivas. Veremos cómo impacta esto en las constitucionales.