Por José Ángel Solorio Martínez.
Esta semana, fue fatal para la IV T tamaulipeca. El conflicto magisterial, SNTE-SEP, escaló a nivel nacional, y empezaron a manifestarse señales de irritación social contra la parte oficial y mayores signos de apoyo al profesorado de la región. Las benditas -dice AMLO- redes sociales, reflejan objetivamente la consistente simpatía de la sociedad con sus profesores; a contraparte, se visualiza un temprano desgaste del gobierno estatal generado por la contienda que ya llegó a la semana de intensos tironeos.
¿Se puede minimizar la rechifla a la autoridad estatal, en el II Informe de gobierno del alcalde tampiqueño, Jesús Nader?
Sólo quienes no quieren ver, no dimensionan ese tipo de hechos.
En el sexenio del gobernador Manuel Cavazos Lerma -probablemente, uno los Ejecutivos más inteligentes que haya pasado por ese cargo-, ocurrió algo similar: miles de maestros salieron a la calle a exigir sus derechos; MCL, se cerró: detonó intensas movilizaciones para finalmente obligar al matamorense, a implementar una salida al diferendo por la vía negociada.
En el proceso de la pugna, el matamorense enfrentó el encono y la combatividad del magisterio.
En varios eventos oficiales, fue abucheado por profesores, sus familias y simpatizantes.
No hubo un movimiento social que desgastara tanto la envestidura del Ejecutivo estatal en todo su sexenio, como la movilización de la Sección XXX del SNTE.
En el desarrollo de la confrontación, muchos actores se sumaron al profesorado. El alcalde panista, Gustavo Cárdenas Gutiérrez, apoyó moral y políticamente a los maestros. Y cómo no: tenía a varios regidores maestros y el adversario de los inconformes -MCL- era su acérrimo enemigo.
Es decir: la querella SNTE-MCL, por esos vasos comunicantes de la sociedad, había unido a los enemigos comunes.
Justo, como está pasando ahora.
La prensa conservadora, abre generosamente sus espacios a las legitimas demandas de la Sección XXX -portada en Reforma-, con objetivos aviesos: llevar agua a su molino: es enemigo de AMLO y todo color guindo o que se le parezca, es percibido como contrincante.
¿Entenderá ese entramado la IV T tamaulipeca?
¿El lopezobradorismo de la región, comprenderá que el problema se pudrió de tal manera que empieza a ser un problema para el presidente?
¿Acaso no le llega agua al tinaco a los comandantes cuatroteístas, para visualizar que el justo movimiento magisterial, está siendo utilizado como munición contra la IV T y su dirigente AMLO?
Hasta el senador panista, Ismael García Cabeza de Vaca, tiró su cuatro de espadas en el Senado de la república. Se solidarizó con los profesores. Y luego de severas críticas al gobierno estatal, demandó solución a la problemática de los docentes.
Cierto: es un acto de evidente oportunismo, y de repugnante demagogia.
Como también es evidente: el pleito, ya rebasó las fronteras de la localidad.
De otra forma: no tarda en llegar la orden, de pactar o pactar.
¿Quién ha ganado hasta ahora la partida?
Sin duda: Arnulfo Rodríguez Treviño y seguidores.
La Sección XXX, en movimiento, ha ataviado con dosis de legitimidad y respetabilidad nunca vistas en un líder del SNTE en la comarca. En el escenario regional, no se encuentra, un dirigente con las prendas de Arnulfo.
Otra: jamás un movimiento sindical, había logrado expresarse en forma tan organizada y potente en la búsqueda y el ejercicio de sus derechos.
Y eso, hay que decirlo: gracias a la tozudez de la IV T.
Su contraparte, tiene el tiempo encima: los indicios de pérdida de consensos, muy probablemente continuarán; lo malo: la madre de todas las elecciones está a la vista.
Y eso de ninguna manera, gustará a Es#Claudia.
Y menos a su coordinador de campaña, Adán Augusto López.