Las criticas que se emiten en contra de priistas, panistas y emecistas que siguen sumándose a Morena tienen lógica pero eso no inmuta a los “expertos en rotación partidista” o “chapulineo”.
Así es la política a la mexicana y quienes no le entiendan a esto tendrán que dedicarse a otra “profesión” antes de que les haga eclosión la bilis.
En realidad lo que se ha visto puede ser poco si nos atenemos a que los reacomodos, en estos menesteres, son la constante.
¿Qué de raro tiene que personajes que antes fueron contrarios al proyecto de la transformación, en la actualidad lo asuman como propio?
¿Acaso es un error acercarse al partido en el poder para “aportar” a la causa? ¿Hay algún filtro para seleccionar a los que son demócratas y de izquierda y desechar a los que no lo son?
Da la impresión de que algunos, de los que se asumen de la 4T de toda la vida, se les olvida la manera en que ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR logró, en el tercer intento, ganar la Presidencia de la República.
Tuvo que tender puentes hacia organizaciones y personajes de diversa filiación para que se adhirieran a un plan, cuyo objetivo central fue lograr un cambio de rumbo en el país a través de los comicios.
Esto se dio a nivel nacional y funcionó, “aiga sido como aiga sido y, a la postre, el candidato de Morena y aliados hizo historia, junto a millones de mexicanos, a partir de un movimiento plural.
La referencia da cuenta de que se conformó un frente amplio, que fue más allá de las siglas partidistas, y ello dio por resultado un triunfo contundente.
En aquel entonces igual se vio a un PORFIRIO MUÑOZ LEDO (ya fallecido), que ha panistas de la talla de GERMAN MARTÍNEZ CÁZAREZ o de la arribista, LILI TELLEZ GARCÍA, por mencionar una tripleta de luminarias, guardadas las proporciones entre ellas.
Ni modo que se les olvide a los puristas de la 4T que tuvieron el respaldo de una facción del magisterio, agrupada en el Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE), entre familiares y seguidores de la ex lideresa del gremio, ELBA ESTHER GORDILLO MORALES.
Es decir, la oportunidad para que se diera la alternancia fue aprovechada al sumar y, al paso del tiempo, cumplir con los puntos que logró la unión coyuntural.
Y si hubo arreglos en lo oscurito es parte de los pactos que deben hacerse para alcanzar objetivos superiores, sin llegar a la ilegalidad. ¿Esto es inmoral? ¡Válgame¡
Por supuesto que no se trata de vender el alma al diablo o cosas así pero tampoco de ser lento y taimado, en un entorno en el que lo que sobra son expertos para transar y “ponerle freno al cambio”, por obvias razones.
Los principios del gran movimiento que logró la hazaña para que alguien alineado a la izquierda llegara a la jefatura del ejecutivo federal están vigentes, aunque es constate el asedio de los vulgares políticos que tratan de colarse a efecto de satisfacer fines personales o de grupo.
Ante esto, se ve difícil que a los interesados se les prive de su activismo para ser parte de la 4T, menos en la antesala de lo que será la gran elección del 2024.
Los requisito para ser neomorenista y brindarle los respetos a la Jefa con licencia del Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), CLAUDIA SHEINBAUN PARDO, son los ya conocidos de no mentir, no robar y no traicionar. Y, por supuesto, coincidir que: por el “bien de todos primero los pobres”.
¿Acaso alguien como el ex diputado federal del MC-PAN, MARIO RAMOS TAMEZ, la libra? Parece que si.
¿El susodicho ha robado? Nadie sabe, nadie supo. Lo otro no hay necesidad de preguntarlo.
Vale decir que aquellos que se han formado con las mañas de la clase política tradicional son profesionales del cinismo y la transa. Y ellos no dudarán en declarar que en los partidos anteriores por los que pasaron no fueron congruentes; que no atienden las causas populares y que sus dirigencias son sectarias y antidemocráticas.
¿Alguien esta libre de culpa? Al fin y al cabo de los arrepentidos se sirve Dios.
Lo que no checa y choca es que los morenistas, de toda la vida, permanezcan pasivos y estén arrinconados, además de que no pocos destilen amargura porque no son tomados en cuenta por la cúpula de su instituto político.
Si, hablamos de los que se encuentran molestos debido a que se les de cabida a quienes consideran adversarios, arribistas y gandallas.
¿Cuántos contingentes mueven los morenistas que se asumen excluidos? A lo mejor los que ya se colaron a “la lucha” tampoco traen buenos números excepto que estos si andan a nivel de cancha o en la banca pero en la jugada.
Dicen que el mundo es de los vivos y así es. De modo que nadie debe rasgarse las vestiduras ya que no pocos impulsores del cambio se echaron a la hamaca, tan pronto y fueron gobierno.
En Tamaulipas quizá abrazaron la esperanza de ser llamados para ocupar altos cargos públicos dado su “derecho de antigüedad”.
Creemos, así sea mal sonante y hasta cruel lo que se escribe en éstas líneas, que se van a quedar esperando…