Cd. Victoria, Tam.- Tiene siglas algo sonoras el INDEP (cierto sabor a 15 de septiembre) aunque ya desglosado en palabras es, al mismo tiempo, consigna moral, reprimenda al pasado neoliberal y propósito enjundioso. Todo junto y un tanto largo..
Vea usted qué nombre: Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP). Organismo público descentralizado de SHCP, creado en mayo de 2019 para encargarse de la venta por subasta de bienes confiscados y destinar el dinero a programas sociales.
Nació entre las cenizas del SAE, el hoy difunto Servicio de Administración y Enajenación de Bienes creado por el gobierno de VICENTE FOX en 2002.
De negra historia, pues de la colección amplia y variada de bienes muebles e inmuebles nutrieron su fortuna los hermanos BRIBIESCA, comprando propiedades cuantiosas a precios ridículos. La feroz parentela de FOX se fue como gordo en taquería sobre las subastas del SAE.
Manoteo brutal el que hicieron los consentidos de FOX con dichos tesoros que incluían lo mismo carros deportivos que predios rurales, bodegas, condominios y hasta empresas completas.
Para más datos sobre el particular, cito de nueva cuenta un libro clave, referido varias veces en este espacio: “Fox, negocios a la sombra del poder” de RAÚL OLMOS y VALERIA DURÁN (Grijalbo, 2017), disponible también en formato digital de Kindle (https://tinyurl.com/yl2pfzkm).
VINO EL CAMBIO
Del SAE al INDEP, ANDRÉS MANUEL reemplazó un nombre técnico por otro más político, para gestionar la venta de objetos decomisados tanto a criminales como a servidores públicos que incurrieron en corrupción o desfalco.
Título, por cierto, con algunas resonancias poéticas, si recordamos al bardo nicaragüense RUBÉN DARÍO y aquellos versos de “un castigo has de tener, vuelve al cielo lo robado.” (poema modernista cuya versión completa en PDF puede descargarse aquí: https://tinyurl.com/yn3u8w8j).
Ya en funciones el nuevo organismo, mediante el consabido trabajo de valoración y subasta, arrancó su misión vendiendo vehículos de lujo, joyería y propiedades. Entre otras, la mansión del narco chino ZHENLI YE GON, en la CDMX, vendida en agosto de 2019 por la cantidad de 102 millones de pesos.
Un documento de la cuenta pública, disponible online (https://tinyurl.com/ytnhuvj6) explica que el SAE fue resultado de la fusión de cinco dependencias, creadas en diferentes sexenios y que operaron de manera independiente, con agenda propia, diferentes leyes y reglas.
Todos estos: el Fideicomiso Liquidador de Instituciones y Organizaciones Auxiliares de Crédito; el Servicio de Administración de Bienes Asegurados; la Administración General de Destino de Bienes de Comercio Exterior, la Dirección General de Cartera y Activos no Monetarios y la Unidad de Desincorporación de Empresas Públicas.
NUEVA ETAPA
En fin, cuando el gobierno obradorista cambió el nombre del SAE al INDEP señaló como meta la necesidad de combatir la corrupción, “impulsar la transparencia e implementar una política social en beneficio de los más necesitados del país.”
Y ratificó la anterior misión del SAE de “ofrecer a la ciudadanía, a través de procesos comerciales, la posibilidad de adquirir bienes de particulares”, obtenidos mediante actividades ilícitas. Una síntesis puede consultarse también en la web federal (https://tinyurl.com/yu99lz9r)
Como novedad, el entonces naciente INDEP señaló de manera explícita el destino de los recursos que ahora serían para “beneficio de la sociedad, a través de obras, becas y bienes específicos, especialmente para comunidades de muy alta y alta marginación.”
Igual destacaría el llamado “gabinete social”, con representantes de varias dependencias. Por supuesto, SHCP, pero también SEGOB, SEBIEN, SEP, SS, IMSS, ISSSTE y DIF. Su misión sería proponer y definir “el uso de los recursos y bienes a través de criterios de utilidad, seguridad y justicia social.”
Aunque para ello hubieron de reformar numerosos ordenamientos legales como la Ley Nacional de Extinción de Dominio, el Código Nacional de Procedimientos Penales, la Ley Federal para la Administración y Enajenación de Bienes del Sector Público, la Ley de Concursos Mercantiles y la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.
HACIENDO REGIÓN
Este es, precisamente, el contexto que permite entender la flamante Comisión para la Supervisión de la Administración de Bienes Asegurados, Abandonados y Decomisados del Estado de Tamaulipas.
Nombre largo, ciertamente (17 palabras). Quedaría pendiente preguntar a su presidente, el secretario de Administración JESÚS LAVÍN VERÁSTEGUI, por la versión corta.
Si fuera con siglas (primeras letras) sería algo así como CSABAADET, lo cual suena a conjuro pagano. Y si fuese acrónimo (aceptando primeras sílabas) entonces formaríamos algo así como COSUABAADETAM.
El caso es que LAVÍN se estrena como directriz de dicha comisión que ya sesionó por vez primera nada menos que el viernes 13 (habrá que desearle buena suerte) dando posesión a sus miembros.
Entre otros, el consejero de la Judicatura JOSÉ ÁNGEL WALLE; el subsecretario de Egresos LUIS GERARDO ILLOLDI; el director de Administración de la Fiscalía LEOBARDO CATALÁN y el subsecretario de la Guardia Estatal ALEX MELGAREJO.
Amén de que OSCAR LARA, director jurídico de la Secretaría de Administración, funge como secretario de actas y NEREYDA LÓPEZ, actual directora de patrimonio, será también la jefa administrativa de dicha comisión.
Con este cuerpo colegiado se está dando cumplimiento a la Ley de Bienes Asegurados, Decomisados o Abandonados del Estado de Tamaulipas. Hay, por cierto, mucho que decomisar a quienes hicieron de la hacienda pública territorio de saqueo brutal hasta el pasado otoño de 2022. Un castigo han de tener.
