Contados son los aspirantes a las candidaturas camerales del Congreso de la Unión que han divulgado su inscripción al proceso interno de Movimiento Regeneración Nacional (morena), al menos aquí en Tamaulipas, por lo que deduzco que quienes ocultan su intención no están seguros de ganar la lid. O simple y llanamente recibieron ‘línea’ de mantenerse con bajo perfil.
El viernes que nos antecede fue cerrado el registro, por lo que, a partir del primer minuto del sábado próximo pasado, los apuntados tienen atadas las manos, prácticamente, para buscar posiciones de elección alternas.
Y es que las convocatorias son harto claras al determinar que ninguna persona puede inscribirse para distintos cargos de elección popular.
Por tanto, el mar de solicitantes a las nominaciones legislativas, deben esperar el veredicto de la Comisión Nacional de Elecciones para pasar a la segunda etapa: la encuesta, en la que participarían hasta cuatro aspirantes a cada uno de los cargos en disputa.
Respecto a Tamaulipas, habría, entonces, 32 contendientes repartidos en los 8 distritos electorales federales –donde se elegirá a los diputados de mayoría relativa–, más 8 que irían en pos de las 2 postulaciones al Senado de la República a partir del 18 de enero de 2024, que es la fecha acordada para dar a conocer los registros aprobados.
No las candidaturas, que quede claro, porque éstas se revelarán el día 24 de ese mismo mes.
Sin embargo, hay un tema que en las dos convocatorias de morena se han pasado por alto: las precampañas.
El calendario del Instituto Nacional Electoral (INE) determina que éstas se realicen del próximo día 20 de noviembre al 18 de enero del 2024.
¿En esa etapa podrán hacer proselitismo todos los apuntados?
Considero que sí, pues ambas convocatorias solamente determinan la prohibición de campañas dispendiosas y de anuncios espectaculares cuya procedencia resulte ‘desconocida’; el uso de recursos públicos de cualquier naturaleza; la intervención de los servidores públicos a favor o en contra de participantes; la utilización de los programas sociales, condicionamientos, o coacción, en favor o en contra de participantes.
También recomienda a “quienes hayan visto publicidad de su persona, en cualquier forma de procedencia desconocida, deslindarse pública, política, financiera y jurídicamente, de cualquiera de este tipo de campaña dispendiosa (espectaculares, pinta de bardas, lonas, etc.)”.
Lo cierto, es que hasta la fecha ninguno de los aspirantes al legislativo federal ha comentado, todavía, su intención de hacer precampaña. Y pocos se han atrevido a reconocer que se inscribieron en el proceso interno.
El resto, se mantienen ocultos. ¿Por estrategia o para evitar que se les exhiba mediáticamente?
Quienes no esconden su registro son Eliphaleth Gómez Lozano y Juan González Lima, aspirantes a la diputación federal por el III distrito electoral, con cabecera en San Fernando; Mario Alberto López Hernández –por el IV cuya cabecera es Matamoros–, Elva Agustina Vigil Hernández (suplente de Adriana Lozano) y Alejandro Villafañez Zamudio, por ahí mismo.
Por el V distrito federal –con cabecera en Victoria–, se anotaron Hugo Arael Reséndez Silva, Juan García Guerrero y Martha Falcone, sin ocultar su intención, más otros que en el anonimato le apuestan a ser favorecidos.
Pretendientes exhibidos
Hay tres aspirantes de morena a las presidencias municipales de Reynosa, Matamoros y Victoria que son señalados por jugar sucio en este proceso y, lo que es peor, de cometer ilegalidades o irregularidades, en su trayectoria; así como prestarse al juego perverso de ‘boicotear’ actividades de políticos contrarios a sus establos.
1) Luis Miguel Iglesias Elizondo.
En septiembre del año que cursamos fue dado de baja como delegado regional de Bienestar en Reynosa, por conductas indebidas e ilegales en el ejercicio de sus funciones, ya que en las despensas que entregaba a gente necesitada incluía su nombre y fotografía como si él fuera el benefactor.
Además, Adán Augusto López Hernández lo acusó por boicotearle sus eventos como prospecto a la candidatura presidencial de morena, para que mediante el reparto de migajas los electores no acudieran a su encuentro.
2) José Alberto Granados Favila.
El diputado local (que no sabe leer), es acusado por la Junta de Aguas y Drenaje (JAD) de Matamoros de explotar una toma clandestina que sirvió durante largo tiempo para surtir a una empresa purificadora del líquido, que es de su propiedad, para embotellarlo y hacer proselitismo, regalándolo, en garrafones.
Aparte enfrenta otra acusación por falsificación de títulos profesionales y maestría porque, hasta donde se sabe, no existen registros oficiales de la universidad donde según cursó estudios.
3) Jorge ‘El Tico’ García.
El propietario de la empresa Mesil es acusado de ‘lavador’ por a través de prestanombres, supuestamente, solicitar a la empresa ‘Caja Mitras’ más de 50 préstamos leoninos (utilizando a sus empleados) hasta por un monto de 40 millones de pesos
Dicen que ‘El Tico’ es investigado por la empresa prestamista ya que a nombre de otros obtuvo recursos para financiar su campaña, con miras a la presidencia municipal; y, por otro lado, hay quien dice y asegura que, igual, existen denuncias en su contra en la Fiscalía General de Justicia porque su empresa ha defraudado a mucha gente.