Les quedó grande la yegua. No pudieron con la tarea. De ninguna manera, puede adjudicarse a su juventud la mayúscula pifia; y mucho menos, a la inexperiencia -total: pudieron contratar a un grupo de asesores-. Nada de eso: enseñaron su impericia política, en un escenario bastante complicado, en el cual se juega la mayoría calificada en el Congreso federal, la mayoría calificada en el
Congreso local, la mayoría de las 43 alcaldías y lo más relevante, la presidencia de la república.
Marco Batarse, Manuel Muñoz Cano y otros principitos, se encerraron en sus egos y soslayaron a diversos actores sociopolíticos de Tamaulipas.
Es decir: su tropiezo no puede adjudicarse a su florida juventud.
Batarse, como coordinador de la candidata Claudia Sheinbaum Pardo y Muñoz Cano como representante del Partido Verde, rompieron toda la loza en la comarca que estaba al servicio de la virtual candidata presidencial de MORENA.
El equívoco de esa imberbe dupla, se evidenció en dos mítines: la visita de #esClaudia a Tampico en donde mezquinamente Batarse, quiso llevarse toda la gloria de la concentración y la organización del acto y terminó fracturando la unidad al excluir a los alcaldes de Altamira y Madero; igual pasó en ciudad Victoria: Muñoz Cano, giró instrucciones para no permitir la entrada de la doctora Maky Ortiz Domínguez y con el deseo de brillar individualmente en la convocatoria, apenas reunió 600 personas en el patinadero del estadio Marte R. Gómez.
Ya se han visto las consecuencias de esos fracasos: la reciente presencia de Sheinbaum en Madero, fueron relevados de la responsabilidad central a Batarse y a Muñoz Cano.
¿El efecto de esa medida del Comité de campaña nacional de #esClaudia?
A la bienvenida de la aspirante presidencial guinda, asistieron más de 15 mil ciudadanos de buena parte de los municipios del sur tamaulipeco, al llamado de Adrián Oseguera.
Las medidas, fueron mandatadas por el ex dirigente del Barzón Alfonso Ramírez Cuéllar, quien ocupa un relevante cargo en el staff de la ex jefa de gobierno de la CDMX.
Tan golpeados salieron Marquito y Manolín, que de la candidatura a Senador el primero, ahora ruega para ser candidato a diputado federal por el distrito cuya cabecera es la capital del estado. (Complicado para el muchacho: al parecer el PRIAN está pensando en postular a Alejandra Cárdenas, lo que pondría contra las cuerdas al lopezobradorismo victorense ante el papel de pichón que jugaría Batarse; igualmente, Muñoz Cano, no encuentra cargo por el cual contender por el Verde: se transformaría en un flan como candidato ante un prianismo herido, que sueña con la revancha en ciudad Victoria.
Si usted pensaba que nada peor podrían enfrentar el par de referencia, viene otro descontón: se prepara la visita de #esClaudia a territorio capitalino.
Otra vez, Alfonso Ramírez: mandaron a la banca al dúo dinámico: se prepara un evento de magnitudes impresionantes.
¿Quién tiene esa capacidad de organización y de movilización en el centro del estado?
En efecto: la Sección XXX, del SNTE.
Se espera aglutinar a más de 5 mil maestros para vitorear a Sheinbaum Pardo.
Nada mal.
Tanto Batarse como Manolín, con todo el presupuesto del mundo, apenas lograron reunir a seis centenas de simpatizantes de la IV T. Por las constantes de siempre: exclusión; pichicatez, envidia, sectarismo y desdén.
Lo que inició como un esperanzador proyecto político, terminó siendo una estrepitosa farsa.
Nadie duda: el encuentro de Sheinbaum Pardo con el magisterio tamaulipeco, será otro sofocón para la nueva clase política guinda, que se quiso comer el mundo a puños, sin comprender un infausto acontecimiento: fue parida prematuramente.
Otra vez: la Sección XXX, llevará a la escuela -de la política- a los dirigentes y operadores de MORENA-TAM.
Triste, pero cierto: la Didáctica del coscorrón, sigue vigente en la disputa de espacios de autoridad en la sociedad tamaulipeca.