Cd. Victoria, Tam.- Insistente la opinión que califica al cierre de XOCHITL GÁLVEZ como un evento exitoso. Algo así como la resurrección de la precandidata alicaída y hoy esperanzadora. La felicitan por su evento en la Arena México ante 22 mil asistentes.
Aunque hubo quienes le dieron otra lectura. La marca del asesor Timbiriche, MAX CORTÁZAR, insiste en convertir los eventos electorales en una reedición del programa “Siempre en Domingo”.
Borchincho grupero con la Sonora Dinamita, demasiada tramoya a la salud de la coalición Fuerza y Corazón por México. Más publicidad que propaganda.
Justo es reconocerlo, la señora GÁLVEZ saltó al ruedo con un discurso algo más sustantivo que otras veces, luego de ser presentada por un locutor, además de fachoso, afónico. En efecto, ya trae diagnóstico y presenta una colección más amplia de epítetos contra el obradorismo.
Aunque para impactar en las encuestas acaso ocupe 10 actos más de similar talante. Esperemos que con menos show y más propuesta. Antes que nadie, XÓCHITL necesita verse ella, jalar la atención hacia ella, que se fijen en ella y no en la aparatosa producción de CORTÁZAR.
TEMA PARA RATO
Quizás lo más importante es que está mostrando ya el tema de la inseguridad (criminalidad, delincuencia) como preocupación central de su campaña. Al uncir su narrativa a la sección policiaca de los medios, cada vez que suene un campanazo en la nota roja, tendrá manera de actualizar su propuesta.
Y mire usted, a diferencia de la corrupción, la criminalidad sí preocupa a la población pobre y mayoritaria, les pega de frente, afecta, inquieta y unifica criterios en todas las capas sociales.
Amén de que el tema se actualiza día con día, con cada evento de violencia, llámense masacres, secuestros, desapariciones, balaceras con (y sin) policías, incendios de tráilers, carreteras tomadas, asaltos contra automovilistas.
Por grave que sea, la corrupción está muy lejos de ser una preocupación universal. Escandaliza a las clases medias pero no impacta demasiado en las capas medias bajas y bajas.
Sobre todo si recordamos que esa palabreja (corrupción) ha estado en boca de los candidatos presidenciales desde los tiempos de MIGUEL DE LA MADRID y su renovación moral, pasando por SALINAS, ZEDILLO, FOX, CALDERÓN y PEÑA.
PREÁMBULO NOMÁS
Pero las campañas ni siquiera han comenzado. Esto fue, muy apenas, una probadita temática, de algo que los mexicanos llamamos “cierres de precampañas”. Lo sustantivo viene a partir del primero de marzo, cuando la verdadera puja constitucional empiece.
Falta el cierre de CLAUDIA, abanderada de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, programado para este jueves 18 de enero a las 5 de la tarde junto al Monumento a la Revolución, en la llamada Plaza de la República.
Igual se anuncia que JORGE ÁLVAREZ MÁYNEZ, aspirante presidencial de Movimiento Ciudadano, haría lo propio el mismo jueves pero a las 6 de la tarde, en la Explanada Cultural de Monterrey.
Oiga usted, ¡de nueva cuenta, el color naranja jala pal norte!.. La capital neoleonesa donde el gobernador SAMUEL GARCÍA SEPÚLVEDA se reconfirma como figura dominante atrás del candidato ÁLVAREZ MÁYNEZ y por encima del fundador y dirigente histórico DANTE DELGADO.
Al amanecer del próximo viernes los medios estarán cargados de crónicas y observaciones por ambos eventos, el guinda en la CDMX y el naranja en la capital regia.
Se entroniza SAMUEL como factor de poder ante un abanderado naranja que nació muy pálido y empieza a ser visto como su mala imitación. Un títere, mientras no demuestre lo contrario.
Aunque la duda aflora. Para que el evento mereciera el nombre de “cierre”, tendría que haber existido precampaña y no la hubo. Cierra sin abrir, extraña maniobra.
Y todo porque ÁLVAREZ fue destapado por su padrino, entre micheladas y tequilas, el martes 9 de enero. Ya para el 18 estará festejando el presunto fin (conclusión, desenlace, remate) de una actividad proselitista que jamás arrancó. Ni tiempo hubo.
Queda en festejo, solamente, dirigido a cimentar una tarea de posicionamiento en fase larvaria. Y es que su inclusión tardía en esta lucha ubica al gallo naranja en la etapa más primitiva de las campañas, la que los encuestadores ubican como el “conocimiento de nombre”.
ARRANCA CON UNO
Ello, cuando CLAUDIA y XÓCHITL ya acumulan bastante tiempo y kilometraje recorrido acreditando sus rostros y nombres dentro del mercado electoral. De JORGE poco se sabe, la mayor parte de la gente no lo ubica.
Para fines prácticos sigue siendo aquel muchacho de barbitas que le ayudaba a SAMUEL en su fallida intentona presidencial. La de octubre y noviembre pasados, cuando se bajó de la lucha y regresó a la silla por temor a que le auditaran sus cuentas.
De todos modos tendrá cierre el jueves y veremos otra vez la parafernalia fosfo-fosfo, ahora con el añadido de que la primera dama neoleonesa, MARIANA RODRÍGUEZ CANTÚ, ensaya además su aparato proselitista tras la alcaldía de Monterrey, por el mismo membrete.
Veremos, por cierto, quienes se apersonan desde el MC tamaulipeco para rendir honores a su entrante candidato: ¿ZERTUCHE, GUSTAVO, ARTURO?…
Muy forzado todo, muy a destiempo, con el calendario encima y un ÁLVAREZ MÁYNEZ que en encuestadoras como ELECTORALIA observa tan solo el 1% (¡uno por ciento!) de las preferencias, frente al 55% de CLAUDIA y el 37% de XÓCHITL.
Aunque parezca increíble, el recién llegado arranca con un solitario punto y aun así sus patrocinadores pontifican, juran, perjuran, que van a ganar de calle.