16 de noviembre del 2024
InicioColumnasMayoría con Dámaso

Mayoría con Dámaso

La nutrida participación de académicos y estudiantes en la jornada comicial para elegir rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), refleja un claro interés comunitario por involucrarse en la toma de decisiones de la máxima casa de estudios, a fin de que ésta crezca en el nivel educativo, en su apertura y en su desarrollo humanista.

A las urnas acudió la mayoría de los cerca de 2 mil docentes, como de los aproximadamente 37 mil alumnos que pueblan la institución –en sus 26 unidades académicas, facultades y escuelas–, para emitir su voto de forma universal, libre, directa y secreta.

Esta es la primera ocasión en que una jornada electoral universitaria, a lo largo de 73 años –desde que fue fundada la UAT–, en que contendieron dos candidatos, pues otrora en cada proceso sólo participó un candidato tal y como lo refieren sus propios archivos.

En la justa jugaron Juana Maribel Soberón García y Dámaso Leonardo Anaya Alvarado. Ella, directora de la Preparatoria Tres. Y él, rector interino; y catedrático en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.

Hoy se hará el cómputo de la votación, tras recibirse las actas de los consejos técnicos electorales constituidos en los 26 planteles. Y mañana, viernes 9 de febrero, en sesión de la Asamblea Extraordinaria, se informará sobre los resultados. Y en ese mismo acto se hará la declaración y toma de protesta de quien haya resultado electo para ocupar el cargo de rector para el período 2024-2028.

Hasta donde sé, Anaya Alvarado luce como amplio favorito, merced a la comunión que ha logrado con la comunidad universitaria de las 26 unidades académicas, facultades y escuelas; en tanto que la fortaleza de Soberón García encuentra soporte solamente en la Preparatoria Tres, donde funge como directora.

Dilación innecesaria

A diferencia de otros procesos selectivos para determinar las identidades de los candidatos morenistas al Congreso local y los ayuntamientos, el que ahora les toca vivir al gobernador Américo Villarreal Anaya y a la dirigente estatal, Yuriria Iturbe Vázquez, entraña la característica de no estar sujeto a que surja de un acuerdo consensuado.

Es decir, esta vez en la trascendental decisión no tienen por qué jugar los llamados grupos de interés, cuya presencia política en el estado resulta harto cuestionable porque su mosaico de influencia se circunscribe, simple y llanamente, a pequeñas cofradías que entre sí (otra vez) coinciden en buscar el poder por el poder mismo, cuando en el fondo nada significativo han aportado al desarrollo y crecimiento estatal (del último año con cuatro meses), en lo social (que se refiere ir al rescate de los más necesitados) y la cohesión poblacional, por supuesto, en torno a un proyecto con trabajo y rumbo bien definidos.

Bajo esta premisa, considero que Mario Martín Delgado Carrillo –el dirigente nacional de morena–, no tiene por qué influir en la determinación primaria del mandatario, sobre quienes habrán de ser postulados candidatos –acatando en tiempo y forma los tiempos sancionados por el Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM)–, ya que esperarse al cuarto para las doce para las nominaciones podría ocasionarle dolores de cabeza innecesarios a la cúpula de Movimiento Regeneración Nacional y al mandatario estatal, ante la intriga, calumnias, golpes bajos, rumores, intentos de madruguete y otras prácticas añejas que, súbitamente, reprodujeran en lo que resta a este mes y en los primeros 18 días de marzo quienes le han jurado lealtad y disciplina, pero cuyo interés personal podría ir más allá.

Hasta el grado de estar dispuestos a la traición, si acaso consideraren que los ungidos no resultasen afines a sus propios y mezquinos intereses.

¿Y qué necesidad hay de correr ese riesgo?

Ninguna, ¿verdad? Y menos cuando el jefe político estatal tiene todos los hilos del poder político en la mano.

El dominio pleno de lo que ocurre en la geografía tamaulipeca.

Y hasta donde sé, ganas de reivindicar a Tamaulipas como un nicho de la Cuarta Transformación. 

Consejeros insanos

Hago esta reflexión por sospechar que el delegado político en Tamaulipas del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de morena, Mario Rafael Llergo Lartournerie, tiene la intención (o quizá ya tuvo hasta el atrevimiento) de pedirle al mandatario estatal que considere a los recomendados de su jefe Delgado Carrillo para nominarlos candidatos a diputados locales y alcaldes, sin considerar los nombres de los militantes más posicionados.

Incluso, habría otros colaboradores cercanos al Gobernador que lo mismo intentarían. O ya lo hicieron.

¿En base a qué?

Obvio, pujar y empujar en beneficio de personajes con quienes se identifican por su proclividad a seguirse beneficiando del erario, pues más que interesarles contribuir al desarrollo estatal los mueve la codicia de eternizarse en el poder. Y eso, a simple vista, se nota cuando en privado y públicamente descalifican el escenario morenista selectivo del momento.

En fin, ésta es tan sólo una reflexión.

Artículo anterior
Artículo siguiente
NOTICIAS RELACIONADAS

Deje una respuesta

¡Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más Populares

Comentarios Recientes