Este día, Eduardo Abraham Gattás Báez debe ser postulado candidato a la alcaldía de Victoria por Movimiento Regeneración Nacional (morena).
Los méritos que alcanza para reelegirse, rebasan en mucho los de sus contendientes a la postulación, considerando que en carne propia ha vivido la problemática municipal y tratado de darle solución. No con supuestos, ya que está entregado a atenderla con un presupuesto raquítico, pero tiene un fuerte apoyo del gobernador Américo Villarreal Anaya a través del fondo de capitalidad. Un fideicomiso irrevocable de administración e inversión que es dependiente de la Secretaría de Finanzas estatal.
Además, ‘Lalo’ mantiene una estrecha relación con las estructuras que operan socialmente en el municipio procurando mejoras para las colonias y ejidos que lo integran (en cuanto a servicios públicos). Y en materia política conserva empatía con todos los sectores participativos. Inclusive con los de oposición a morena, bajo el entendido de que primero es el bienestar de su tierra y de su gente y después los intereses partidistas.
En la elección del 2021 –donde hubo 12 candidatos a la alcaldía–, con todo y la campaña negra desplegada en contra suya por parte del entonces gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Gattás Báez alcanzó como candidato de la alianza morena-PT el triunfo con 52 mil 462 votos.
Suficientes para echar del gobierno municipal al neopanismo entonces representado por María del Pilar Gómez Leal –prima hermana de la esposa del mandatario estatal de esa época, Mariana Gómez Leal– quien sustituyó a Xicoténcatl González Uresti en octubre de 2020 –cuando el relevo, según la legalidad, correspondía al alcalde suplente Miguel Mansur Pedraza–, por imposición gubernamental.
Pero, esa, es otra historia.
El tema que hoy me ocupa es la confirmación de Gattás Báez para ser el candidato de morena a la alcaldía –que tendrá que anunciar el delegado de morena, Mario Rafael Llergo Latournerie–, conforme a los resultados de la mentada encuesta (levantada por el partido) para definir la candidatura.
En el eventual caso de que el tabasqueño saliera con una ‘sorpresa’ al designar a otro, se convulsaría Victoria.
Y, de paso, se abriría un espacio para la oposición.
Descarto tal posibilidad, pero ya vez usted, ha habido sorpresas.
Las ‘mentadas’
Se reproduce profusamente (en redes sociales) el llamado de Mario Alberto López Hernández, la mentada ‘Borrega’, a mentarle madre en Matamoros a quienes pidan el voto solamente por los candidatos de morena.
Él va como candidato a diputado federal por el partido verde –respecto al cuarto distrito–, pero no así el abanderado de morena a la alcaldía (José Alberto Granados Favila –el ex diputado local que no sabe leer y falsificó el título que lo acredita profesionalmente–, ni quienes resulten candidatos del membrete guinda al Congreso local.
Una mentada de madre es común en todos los sectores poblacionales, ciertamente, así que no hay por qué pegar de gritos al cielo, pero cuando la mentada de madre conlleva la intención de chingar al oponente, más que al receptor directamente por sus malas acciones significa que se ve perdido.
Y (en consecuencia) recurre a una mentada de madre para mostrar su inconformidad.
Hasta ahí. Pero el énfasis que puso ‘La borrega’ al emplazar mentarles la madre a sus opositores, lo retratan cuál es.
Quizá sus detractores le respondan en la misma forma: aventando pus por el hocico.
Reynosa, ¿perdido?
La nominación de Carlos Víctor Peña Ortiz –hijo de Maki y de un lenón que es harto conocido en Reynosa–, para ser reelecto alcalde, divide a la clase política de morena, por considerarla una imposición.
Más cuando ‘Charly’ ha hecho un pésimo papel como munícipe y está, por cierto, acusado de varios delitos, como lo confirma la investigación que en su contra se realiza por operaciones con recursos de procedencia ilícita, lavado de dinero y desviación de recursos públicos.
Inclusive, ante el procedimiento selectivo de morena, se le reprocha al delegado nacional, Mario Rafael Llergo Latournerie, haber ‘engañado’ a los otros aspirantes a la candidatura –Guillerma Magaly Deándar Robinson, ha sido la más clara–, con un proceso democrático, igual que los diputados ya con licencia –como ella–, como Marco Antonio Gallegos Galván, Humberto Armando Prieto Herrera y Armando Javier Zertuche Zuani.
Esto refiere una imposición centralista, claramente.
Llamado inútil
Ahora resulta que José Braña Mojica pide respetar reglas violadas por él.
En cuanto a la selección de candidatos a cargos de representación.
Hasta hace días, cuando se le cuestionaba carecer de capacidad para buscar la candidatura al gobierno municipal de Victoria, el pariente lejano de López Obrador insistió en que nunca se inscribió para otro proceso selectivo.
Hasta divulgó un video aclarando, según él, ‘paradas’.
Pero ahora que es candidato a diputado federal por el quinto distrito, le ha dado por llamar a respetar las reglas interpartidistas del juego selectivo.
¡Vaya, desfachatez!
Su falta de congruencia salta a la vista.
Y, sobre todo, su candidatura confirma que hay imposiciones dentro del membrete guinda, que AMLO pretende vender como demócrata.