En Matamoros, Movimiento Regeneración Nacional (morena) tiene un serio problema político-electoral, originado por el fuerte pleito entre Mario Alberto López Hernández, (a) ‘La borrega’, candidato a diputado federal uninominal por el IV distrito electoral (representando al membrete verde) y el candidato aliancista a la alcaldía, José Alberto Granados Favila.
Esta reyerta provocaría el voto cruzado. Sobre todo, considerando que los candidatos a diputados locales por los distritos X, XI y XII (Víctor García Fuentes, Elvia Eguía Castillo e Isidro Vargas Fernández) harían campaña a favor de la coalición ‘Sigamos haciendo historia en Tamaulipas’, pero en su promoción obligados están a destacar al partido que los postuló.
La medición de fuerzas entre López Hernández y Granados Favila, iría más allá, pues ahora se conjetura que, para evitar que la estructura política municipal afín al proyecto transformador lópezobradorista divida su voto, en acuerdo cupular la dirigente nacional del PVEM, Karen Castrejón Trujillo, le daría la espalda a ‘La borrega’, aunque ‘Beto’, también se merece un fuerte jalón de orejas por alentar el sainete ante la candidata presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo, el martes 19 que nos antecede.
Cierto es que Mario Alberto fue el primero en agredir, por pedirles a los electores que ‘le mentaran la madre’ a quienes les pidieran votar solamente en favor de morena (marzo 4) –con clara dedicatoria a Granados Favila–, y hoy se victimiza por el abucheo en su contra (en presencia de Claudia), por lo que seguramente prepara una respuesta tras filtrarse una información de que fue el hermano de ‘Beto’, Jesús Antonio Granados Favila, quien llevó a la Plaza Hidalgo de Matamoros a cerca de 200 provocadores para sabotear a Mario en el evento encabezado por la candidata presidencial.
Supuestamente, todos cobran en la delegación estatal de la Secretaría de Bienestar.
Como fuere, la reyerta pone en riesgo el plan ‘C’ del presidente Andrés Manuel López Obrador de adjudicarse la mayoría calificada en el Congreso de la Unión y las cámaras de diputados locales, bien lo sabe Claudia, quien quizás se fue molesta del estado porque, en Nuevo Laredo, Reynosa y Río Bravo, igual hubo expresiones del divisionismo partidista ante la imposición de candidatos a las alcaldías.
Sobre ese tema deben aplicarse los candidatos a diputados locales de la alianza morena-PT-PVEM, a fin de impedir que sus pares de la coalición PAN-PRI-PRD les ganen la partida. No en los distritos X, XI y XII –pues ahí mantienen fuerte posicionamiento–, pero sí respecto a la diputación federal del cuarto distrito y la alcaldía.
Es decir, García Fuentes, Eguía Castillo y Vargas Fernández, tienen la responsabilidad de buscar el voto (indefinido aún) no sólo para ellos, sino a favor de los candidatos a diputado federal y alcalde. Una empresa complicada de entrada, por el pleito entre ambos.
Y más cuando desde el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) la promoción del voto cruzado va al alza.
Recuérdese que en una reunión de priistas en apoyo a ‘Geño’ expresó Guadalupe Anastacia Flores Valdez que por vez primera votaría cruzado.
Y esto anima a su equipo, que es amplio, a hacer lo mismo.
Entonces, ¿cómo arreglar el caso Matamoros?
Hace falta un operador político, pero con oficio y experiencia marcadas que ponga en una mesa de diálogo a los rijosos a fin de conciliar, o cuando menos pactar una tregua de aquí a la jornada electoral bajo el entendido de que la soberbia no abona a nada y que para sacar avante el plan ‘c’ resulta
necesario que las estructuras de ambos trabajen en una misma frecuencia.
En contraparte, saldrían chispas… y chispados.
Y el primero sería’ Beto’, quien traiciona los preceptos fundamentales de morena de no robar, no mentir, no traicionar, ya que se robaba el agua potable (está documentado), mintió al ostentar un título profesional falsificado (también es del dominio público) y traicionó a ‘La borrega’, quien lo hizo político… amigo y, otrora, hasta su ‘delfín’.
Reynosa, ¿todos contentos?
La salida que en morena le dieron a los diputados inconformes con la candidatura a la alcaldía de Reynosa, no cambia en nada el desprecio ciudadano contra Carlos Víctor Peña Ortiz, alias ‘Makito’, aunque dice tener su madre un sólido grupo político suficiente para ganar la contienda.
A eso hay que añadirle el ejército de beneficiados con los programas sociales del gobierno federal.
Y si acaso la imagen de ‘Makito’ sigue a la baja, ya no será culpa de Mario Martín Delgado Carrillo, quien con su actitud centralista lo impuso desde la Ciudad de México, sino de él mismo, por arrogante y su costumbre de actuar al margen de la ley.
Zertuche, ¿nuevo pastor?
La designación de Armando Javier Zertuche Zuani como candidato de morena a diputado local por la vía de representación proporcional, lleva a suponer que será el pastor de la bancada guinda en la LXVI Legislatura.
Ocupa, el reynosense, el primer lugar del listado plurinominal que, es obvio, debió haberla palomeado el jefe político estatal.