La desaparición forzada de personas es un tema amplio, delicado, sensible que se puede registrar en cualquier región, continente y nación del planeta; afecta, agrava y lastima a la sociedad.
Es un delito que se distingue por la privación de la libertad de cualquier persona de manera arbitraria.
La privación puede ser voluntaria, involuntaria y forzada, mientras que las causas pueden ser amplias y diversas.
El pasado 31 de agosto, en varias ciudades del mundo y del país se conmemoró el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada con mítines y marchas realizadas por colectivos, activistas, asociaciones de búsqueda de desaparecidos, en las que participaron amigos y familiares de las víctimas para solicitar la atención de los gobiernos en labores eficaces y contundentes encaminadas a frenar y atender este delito.
El Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada incluyó eventos en memoria de personas desaparecidas,
en las que se les recordó a través de las madres y familiares de ellos, quienes usaron los micrófonos para exigir a
las autoridades: búsqueda, localización, justicia y frenar las desapariciones. Marchas en silencio, algunos coreando
consignas, otros portando fotos de sus seres queridos recorrieron las principales calles y avenidas de varias ciudades
del país y del planeta para conmemorar el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.
El primer caso de este delito en México, data del 19 de mayo de 1969 en Coyuca de Catalán, Guerrero con
la desaparición de Epifanio Avilés Rojas.
Entre los casos que más han impactado al país, sobresale la desaparición de mujeres en Ciudad Juárez, la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa suscitado el 2 de octubre del 2014, en Iguala, Guerrero.
Así también podemos citar la desaparición del famoso científico, investigador y reconocido psicólogo internacional Doctor Jacobo Grinberg Zylberbaum, hecho ocurrido el 8 de Diciembre de 1994 o la privación y posterior liberación del jurista, político y excandidato del PAN a la presidencia de la República, Lic. Diego Fernández de Cevallos, en 2010.
Las desapariciones, las muertes u homicidios por este delito, muchas de las veces son considerados como hechos aislados por algunas autoridades, mientras que para las familias de las víctimas son hechos relevantes que los afectan toda la vida, porque viven y sufren con la angustia, pena, dolor, desesperación y frustración de la pérdida de sus seres amados, ello ante la poca respuesta de las autoridades encargadas de atender dichos asuntos.
Se calcula que del 2006 al 2024, aproximadamente 100 mil personas han desaparecido en el país.
El problema continúa latente, la población sigue sufriendo con este mal, es uno de los temas delicados y preocupantes que deberán abordar y atender las próximas autoridades federales; México anhela un cambio y justicia para las víctimas y sus familias.
Así las cosas…
Y Usted, Qué Opina..?
Nos Vemos a la Próxima…
