Cd. Victoria, Tam.- Más allá del peligro que representaría el triunfo de DONALD TRUMP para la relación con México, un aspecto poco comentado sería el rotundo fracaso de la opinión pública adversa al candidato republicano.
Que el alud de denuncias sobre un abanico amplio de ilícitos no parezca importar mucho al elector mayoritario revela el deteriorado peso de la crítica (y de la razón misma) en la decisión ante la urna.
Al mastodonte rubio lo han acusado de todo y con motivos suficientes. Fraude financiero, evasión fiscal, perjurio, violación, extorsión, interferencia ilícita en procesos electorales y todos los derivados (muchos) del ataque al Capitolio que abierta y cínicamente azuzó vía redes sociales.
Incluyendo delitos contra la seguridad nacional, cuando le descubrieron que sustrajo y se llevó a su mansión de Florida una colección de documentos oficiales con información clasificada. Sin olvidar el reciente incremento en las evidencias sobre su relación con el empresario pedófilo JEFFREY EPSTEIN.
Nada de eso conmueve al voto duro. Ni el arcoíris étnico que hoy apoya a KAMALA, ni el voto de artistas, intelectuales, académicos y prensa liberal definido en favor de la candidata demócrata.
Tampoco le hace mucha mella la campaña abierta de exmandatarios y personalidades de primer nivel como BARACK y MICHELLE OBAMA, WILLIAM y HILLARY CLINTON, entre otros.
Por el contrario, en el presente cierre de la competencia, a una semana justa de las votaciones, TRUMP parece haber repuntado en algunas encuestas, pese a todas las etiquetas que carga sobre su humanidad, como las de xenófobo, racista, elitista, clasista, evasor, antimexicano, antilatino, proteccionista.
PIEL DURA
El bombardeo mediático ha sido una constante y esto nos lleva a preguntar a qué papel se reducirá el combativo sector crítico y progresista de Estados Unidos si al final DONALD se impone.
Y aunque las comparaciones sean odiosas, el fenómeno nos recuerda al caso mexicano, donde un amplio y diverso arco de adversarios fue prácticamente barrido por el triunfo guinda, en 2018 y 2024.
La opinión pública ¿está a la baja, ya no es lo que fue?… Acaso cuenten otros factores, lo cual representa todo un tema de discusión para las ciencias políticas y los estudiosos del mercado electoral.
Los medios tradicionales tampoco parecen pesar demasiado ante la pulverización de las tribunas que emergió con Internet, entre portales, plataformas, aplicaciones, redes.
La lucidez de los analistas que disertan contra TRUMP palidece hoy día ante la feroz turba de supremacistas que lo vitoreó este domingo en el Madison Square Garden de Nueva York, donde “skinheads” con banderas confederadas gritaban convencidos que “KAMALA es el Anticristo”.
Evento descrito en las crónicas como plagado de “insultos, racismo y vulgaridad” y donde TONY HINCHCLIFFE, un comediante blanco, “standupero”, se refirió a Puerto Rico como “una isla de basura flotante en medio del océano” (https://tinyurl.com/2d3hf4hf).
Y, ver para creer, la gente se lo celebró, sin importarles que el estado de Nueva York tenga un millón de habitantes de origen puertorriqueño. Los asistentes al evento vitorearon también sus chistes racistas contra judíos, negros y latinos.
IMAGEN DE TEFLÓN
Lo cual no debiera extrañar. El propio candidato republicano ha tenido oportunidad de expresar hacia Puerto Rico el mismo desprecio racista que siente por México. Sus chistes agrios.
Como cuando propuso en 2020 vender la isla, tras la devastación causada por el huracán “María”, añadiendo luego otra fantasía aún más tóxica. Que con la venta de Puerto Rico le gustaría comprar Groenlandia. Así tal cual.
El factor emocional desplaza a la razón. Y, en efecto, DONALD no los decepcionó en su más reciente performance dominical, al lanzar uno de los mensajes más incendiarios de su campaña.
Apeló al temor, al odio, la frustración de su electorado favorito. Los blancos pobres y clasemedieros que se sienten desplazados por las migraciones de todo el mundo.
Poco impacto tiene que la gente pensante de ese país denuncie mentiras flagrantes en pleno debate (https://tinyurl.com/25cmaq36) como cuando dijo que los migrantes haitianos se están comiendo perros y gatos robados a sus vecinos en la ciudad de Springfield, Ohio.
Y que el propio gobernador (republicano) de Ohio MIKE DEWINE se haya visto obligado a desmentir tal disparate (https://tinyurl.com/24agjx4v) tras defender a los migrantes caribeños, señalarlos como “influencias positivas” en su comunidad y calificar de “hiriente” cualquier comentario adverso.
DEFENSORES
Parecería que millones de electores siguen otorgando el beneficio de la duda a estupideces monumentales. O acaso algo peor, que están dispuestos a cerrar los ojos y abandonar el criterio de verdad siempre y cuando la payasada alimente sus fobias y les divierta lo suficiente.
Los minimizan; de alguna manera habrán de justificarlos. La identificación vicaria con su voto duro parece blindar a DONALD no solo de los críticos, también de sus errores, deslices, excesos verbales, ocurrencias siniestras,
Guardando las debidas proporciones, sería algo similar a lo ocurrido en México con la figura de AMLO. En ambos casos hablamos de una poderosa y muy profunda conexión con sus respectivos públicos, que les permite equivocarse sin disminuir simpatías, apoyo, aplausos, rating.
El propio TRUMP dijo alguna vez que podría pararse en la Quinta Avenida de Nueva York y “dispararle a la gente, sin perder votos” (https://tinyurl.com/236k8ros) es decir, sin pagar las consecuencias, al menos en lo que corresponde a las urnas. Y lo más grave es que pudiera ser cierto.