El proceso de desafuero o declaración de procedencia, en contra de Ismael García Cabeza de Vaca como diputado de la LXVI legislatura del Congreso local, aún no está en la agenda de la Comisión Instructora porque tampoco, ésta, ha recibido solicitud alguna por parte de la Contraloría gubernamental ni de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.
Al menos, no, oficialmente, como lo ha reconocido Humberto Armando Prieto Herrera (presidente de la Junta de Gobierno).
Ismael es investigado por presunto desvío de unos mil 500 millones de pesos del erario estatal durante la administración de su hermano Francisco Javier, según declaraciones de la contralora Norma Angélica Pedraza Melo y de la consejera jurídica gubernamental, Tania Contreras López.
Pero el fiscal anticorrupción, Jesús Eduardo Govea Orozco, todavía no ha podido comprobar la participación o correlación del panista en el saqueo al erario. Y por eso, quizá tampoco ha solicitado su desafuero para, sin ese privilegio o inmunidad procesal, llevarlo a juicio.
La investigación supuestamente se realizaba en secreto –como deben ser todas las pesquisas del Ministerio Público–, pero, haberla ventilado, fue como poner en alerta al inculpado para que tomara medidas en su defensa, tal vez con un amparo o ‘desapareciendo’ del mapa estatal.
Me atrevo a suponer que adoptó ambas para evitar ser aprehendido al tramitar una suspensión provisional –en el entendido de que ya cuenta con otras–, y que por eso ha faltado a las tres últimas sesiones ordinarias de la legislatura.
Por otra parte, en caso de que medie una solicitud para desaforarlo, la Comisión Instructora tiene 60 días hábiles para investigar si ésta procede o no y presentar un dictamen ante el pleno, señalando si considera y existe o no el delito para declarar la procedencia.
De resultarle adversa la votación plenaria, Ismael sería llevado a juicio, tras su captura dentro o fuera del recinto legislativo, aunque con un amparo en mano igual evitaría su aprehensión e internamiento carcelario.
Y todo por yerros tácticos.
¿O alertas deliberadas?
¡Vaya usted a saber!
Lo cierto es que el pueblo tamaulipeco conserva, aún, la esperanza de que se castigue a la gavilla comandada por los García Cabeza de Vaca por los múltiples delitos que cometió durante seis años, como son el saqueo de recursos públicos, el abuso, la represión y, lo peor, la pobreza generada en su sexenio gubernamental.
Recuento puntual
En su tercer informe de Gobierno, Américo Villarreal Anaya seguramente hará un recuento puntual de todas las acciones emprendidas a lo largo de los últimos doce meses por su administración; y como el punto sustantivo de toda su actividad, aparecerían los ejes en que se divide su Plan Estatal de Desarrollo que, por cierto, adecuó a los tiempos actuales, como lo diera a conocer en su oportunidad.
Recordemos que durante los 29 meses con 15 días al frente del Poder Ejecutivo de Tamaulipas, el mandatario ha tenido que sortear dificultades, pues recibió una administración colapsada por el saqueo indiscriminado al erario.
Sin embargo, los resultados hasta hoy alcanzados, son latentes en el avance de la vida democrática del estado, los avances programáticos en torno a la transformación de Tamaulipas y los alivios sustantivos a favor de los sectores sociales más vulnerables.
Supongo que el tercer informe de Gobierno consignaría las medidas correctivas que tuvieron que tomarse para caminar por el sendero correcto en los asuntos políticos, económicos y sociales de la entidad.
De ahí que el panorama general del estado (hoy) ofrezca la impresión de que se ha modificado en forma importante, pues una cantidad de asignaturas que permanecían estancadas o metidas en círculos viciosos se ha destrabado, fluyendo con rapidez e indicando el inicio de un nuevo y alentador ciclo.
El balance de estos casi 30 meses de gobierno, por tanto, perfila un pasado inmediato pleno de retos y dificultades que se han ido traduciendo en signos alentadores de recuperación económica; en un avance sin precedente de la vida democrática y del orden legal e institucional.
Atención sureña
Hay, en el sólido sur de Tamaulipas, mucho movimiento político desde este día, porque mañana el gobernador Américo Villarreal Anaya rinde su tercer informe de labores.
Me comentan que en los municipios conurbados de Tampico, Altamira y Ciudad Madero se trabaja de día y de noche en la limpieza de las arterias viales, cubriendo baches, pintando los cordones de banquetas y señales de tránsito; retirando escombros de los parques y centros recreativos e incluso recogiendo basura de la playa Miramar.
Todo para disfrazar la problemática de la infraestructura urbana.
Como tampoco está definida la ruta que recorrerá el gobernador, en su trayecto al Centro de Convenciones de Tampico, los alcaldes han instruido al personal de sus áreas de servicios públicos y obras para que atiendan la ‘maquillada’ a esa zona sureña, pues su intención es aparentar trabajo.
¿Acaso creen que así pueden engañar al mandatario?