El mensaje ofrecido por el gobernador Américo Villarreal Anaya, con motivo de su tercer informe de ejercicio constitucional, refrenda que Tamaulipas es una entidad comprometida con la transformación del país, en alianza con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Han transcurrido casi tres días del evento, pero bien vale la pena hacer reflexión, considerando que éste contempló dos aristas.
1) El recuento de las obras y acciones cumplidas por su administración durante el último año –aunque él hizo referencia a la totalidad del tiempo al frente del gobierno, 29 meses–, destacando cifras y montos de inversión; e incluso la comunión gubernamental con el pueblo que hoy se palpa merced a la recuperación de credibilidad ciudadana hacia sus autoridades; y
2) Su refrendo (público) de que Tamaulipas está en la misma línea que el gobierno federal, como lo constatan el apoyo para combatir la pobreza en el estado con programas sociales; e igual las obras para la construcción del complejo aduanal y la segunda línea del acueducto en la zona centro al menos, pues asoman otros proyectos que incidirán para bien seguramente en la economía local.
Esto lleva a deducir que el gobierno del doctor Américo es un gobierno de resultados.
Y de compromiso nacional.
Respecto a lo informado por el gobernador, en cuanto a su ejercicio en el último año, ante la LXVI legislatura del Congreso estatal se hará la glosa respectiva, según marca de ley.
Así que los integrantes del gabinete deberían prepararse bien, para no salir con bateas de babas.
Sobre todo, cuando el gobernador ha liderado una cruzada, durante 29 meses para erradicar de la administración pública la corrupción y abandono en que la encontró, practicando, él, una cirugía mayor, con resultados harto positivos.
Retomando lo informado por el gobernador, en su mensaje, destaca el hecho de que, a lo largo de su régimen ha habido avances sustantivos, en sectores estratégicos como la industria, el comercio y el empleo, donde su gobierno ha conseguido resultados concretos, empatándolos con la política nacional.
Algunos son:
+ El incremento del 14% al salario mínimo de los trabajadores; y
+ La recuperación de más de dos mil pagos de utilidades y aguinaldos que antes quedaban en el limbo por abusos empresariales.
Esto representa un cambio acerca del paradigma en la relación entre el gobierno y la clase trabajadora, lo admito.
En materia de seguridad, los datos ofrecidos por Américo son que el homicidio doloso ha bajado un 28 por ciento; el secuestro un 18% y el robo a casa habitación, un 12%, en comparación con las administraciones anteriores, considerando los mismos tiempos de gobierno.
Tamaulipas también ha avanzado en materia económica, que ha sido otro eje de la actual administración.
+ Se rehabilitaron los manglares en Soto la Marina y Aldama, junto con la recuperación de 253 kilómetros de brechas cortafuego;
+ La crisis hídrica, que afectó a más de 800,000 habitantes en el sur del estado, fue abordada con medidas concretas, como la construcción del dique El Moralillo y la modernización de la infraestructura hidráulica.
En materia educativa:
+ Hubo el relanzamiento del programa de útiles y uniformes escolares. Más de medio millón de estudiantes se han beneficiado, aliviando la carga económica de las familias tamaulipecas y garantizando mejores condiciones para el aprendizaje.
En el ámbito energético y comercial, Tamaulipas se posiciona como una pieza clave en la estrategia de desarrollo del país.
La llegada de la planta de licuefacción de New Fortress Energy y la modernización de los cruces fronterizos consolidan al estado como un líder en inversión y comercio exterior. Con 132 proyectos confirmados de inversión extranjera, particularmente de Asia y Europa, el estado se ha convertido en una plataforma de negocios de alcance global.
Pero, más allá de los datos, lo que el tercer informe deja claro es que Tamaulipas es hoy un estado en transformación, con una administración que ha marcado distancia con las prácticas del pasado.
La política humanista de Villarreal Anaya le ha devuelto la confianza a la población hacia su autoridad gubernamental, reforzándose los apoyos a quienes más lo necesitan a través del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF-Tamaulipas), que encabeza su esposa, la doctora María Santiago de Villarreal.
Eso y más dijo el gobernador captando la atención de la representante presidencial, Raquel Buenrostro Sánchez.
Y obviamente, de otras autoridades federales, como de gobernadores, legisladores, empresarios, autoridades federales en materia de seguridad pública, representantes de todos los sectores productivos de la entidad.
Por cierto, no estuve presente en el evento que tuvo lugar en el Centro de Convenciones y Exposiciones de Tampico, porque no fui invitado. Pero seguí puntualmente la transmisión a través de las redes sociales. Y eso me permite el análisis, aunque somero por falta de espacio, de su mensaje, en el que destacó el apoyo irrestricto de la Presidenta Claudia Sheinbaum a Tamaulipas.