Hace días le comenté, en este mismo espacio, que, en lo personal, muy en claro tengo que ninguna contienda electoral extraordinaria es igual a otra; y por eso resulta ocioso comparar la participación ciudadana en la lid para la elección de juzgadores, con la consulta del 2022, en que votó para revocar el mandato.
Sobre todo, porque en ambos procesos aparecen factores de decisión directa –como el voto, pese a los enjuagues de quienes, de antemano, por intereses comunes, hayan acordado triunfos y derrotas–, lo mismo que los indirectos –quizás en complicidad con la autoridad electoral–, para alterar obscenamente el escrutinio real.
La sociedad civil ya no deja engatusarse por las dirigencias partidistas ni de los poderes fácticos o grupos de interés, y de eso existe constancia, por lo que la lucha para controlar el Poder Judicial Federal debió envolver sólo a los abogados de tiempo completo, barras, colegios e instituciones en materia jurídica de renombre nacional y con fuerte posicionamiento.
Pero no fue así, por lo que se corre el riesgo de que, ante la abstención, los, las e indefinidos personajes (menos impopulares) pudieran arribaran al sistema judicial y, hasta eso, avalados por minorías ciudadanas como seguramente va a ocurrir.
Así lo reflejan, prueban y lo comprueban los conteos de votos que en el ámbito federal realiza el Instituto Nacional Electoral (INE) y en el estatal el Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM).
Por tanto, resulta irrebatible que no hay por qué comparar la consulta de hace tres años con la elección extraordinaria del domingo pasado.
Más, cuando de comparar cifras se trata, ya que en esta ocasión la votación registró una participación ciudadana +/- del 13 por ciento; y de ése porcentaje los ganadores de la contienda (en turno) alcanzarían la posición anhelada con un promedio estimando del 25% de la votación emitida, lo que significa precisamente una baja aceptación, ante la omisión del grueso del conglomerado.
Por eso, insisto: inútil resultaría toda comparación, sin antes aceptar el desinterés ciudadano hacia el proceso y los candidatos mismos, quienes, por cierto, no hicieron un adecuado proselitismo territorial y mediático, para dar a conocer su trayectoria y mediante el diálogo abierto con la sociedad ganar su simpatía.
Desde luego, cada contienda tiene lo suyo.
Como sea, a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo le parece suficiente la votación emitida para la legitimar a quienes serán los nuevos juzgadores, federales y estatales, mientras que la desorganizada oposición a su proyecto simplemente habla de una simulación electoral.
¿Qué hubo irregularidades? Cierto. Y se ha documentado cualquier cantidad, lo que le corresponde resolver a los tribunales electorales. Pero como ya van de salida, seguramente batearan toda impugnación para dar paso a la entrega formal de constancias de mayoría.
Precisiones
En la ceremonia de honores al Lábaro Patrio, que en la víspera encabezó el gobernador Américo Villarreal Anaya, aquí en Ciudad Victoria, él mismo precisó que la jornada electoral no tuvo contratiempos relevantes, aunque se reportaron 15 incidentes menores, relacionados principalmente con situaciones en las filas, pero pudieron ser controladas oportunamente.
Como usted bien sabe, en la entidad se logró la instalación del 100% de las casillas, a las que llegaron miles de ciudadanos que están inscritos en la lista nominal.
El titular del Ejecutivo estatal mostró optimismo porque la afluencia de votantes fue mayor a la esperada; incluso por encima de la media nacional que es del 13.32 por ciento.
A nivel nacional, se estima que hubo una participación de 13 millones de mexicanos. “Dato que refleja la madurez cívica y el compromiso de los ciudadanos, quienes aprovecharon el espacio electoral para ejercer su derecho al sufragio, a pesar de las limitaciones inherentes a una jornada de votación inédita”, comentó.
Al hacer una reflexión sobre la experiencia democrática, el mandatario consideró que, si bien la democracia es un proceso en constante mejora, la jornada sirvió como un importante ejercicio de aprendizaje para perfeccionar la organización social y los mecanismos de expresión popular.
En cuanto a la seguridad, el gobernador confirmó que se mantienen en coordinación con el Ejército Mexicano, que dio continuidad a su vigilancia durante la jornada del domingo, sin que las medidas adoptadas alteraran la normalidad del proceso electoral.
Respecto a posibles reformas, el doctor opinó que sería conveniente evaluar nuevos formatos que faciliten la expresión de la voluntad democrática. Entre las alternativas mencionadas se encuentra la exploración del voto digital que, sin embargo, requeriría una implementación coordinada a nivel nacional para garantizar su eficacia y adaptabilidad a los volúmenes crecientes de población en edad de sufragar.
Y así concluyó: “La experiencia vivida representa un avance significativo en el fortalecimiento de la participación ciudadana y en la identificación de áreas de mejora para futuros procesos democráticos.
“Por encima de los argumentos a favor o en contra, el ejercicio del domingo pasado fue un éxito de la democracia y un triunfo más del pueblo de México y de Tamaulipas, que, por primera vez, eligió a los integrantes del renovado poder judicial, suceso que, además, es un acontecimiento inédito a nivel mundial”.