En junio de 2018, la Asamblea General proclamó el 16 de junio como el Día Internacional de las Remesas Familiares. La conmemoración pretende reconocer la contribución financiera de los trabajadores migrantes al bienestar económico de sus familias.
Actualmente en México las remesas van a la baja, debido a que una gran parte de ellas dependen y proceden de los Estados Unidos.
El país es uno de los principales receptores de remesas a nivel mundial, una gran parte de estos flujos de dinero provienen de mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos.
Las remesas sirven de apoyo económico a las familias de los migrantes en sus países de origen para cubrir gastos básicos y otorgarles una mejor calidad de vida.
La Asamblea General reconoce el impacto transformador de las remesas de los migrantes en el apoyo a las estrategias de desarrollo, en particular en la reducción de la pobreza de los hogares y en su acceso a los servicios básicos.
La agresiva política migratoria del Presidente Donald Trump ha provocado que haya una disminución significativa del envío de dinero de los migrantes a sus familias.
La administración gubernamental de Donald Trump trabaja las 24 horas del día en reducir los cruces irregulares diarios en la frontera con México.
Asimismo las autoridades federales de Trump han restringido las solicitudes de asilo, realizan detenciones masivas a cada hora y llevan a cabo una mayor aplicación de la ley para controlar y frenar la inmigración.
Se calcula que 11 millones de indocumentados se encuentran de manera ilegal en los Estados Unidos y el principal objetivo del gobierno de Trump es expulsar a un millón de inmigrantes al año.
En 2024 las remesas en México superaron los 64 mil millones de dólares, lo que representó el 3.5 % del Producto Interno Bruto. El 99.1% se envió por transferencia electrónica.
De enero a abril de 2025, el valor acumulado de las remesas fue de 19,015 millones de dólares, menos al de 19,501 millones registrados en el mismo periodo del 2024, lo que significó una disminución de 2.5%.
El Banco de México en su reporte al 2 de junio informó que los ingresos por remesas provenientes del exterior se ubicaron en 4,761 millones de dólares en abril de 2025, lo que implicó una contracción anual de 12.1%.
Las remesas enviadas por residentes en México al exterior exhibieron un descenso anual de 15.0%, al situarse en 100 millones de dólares.
El superávit de la cuenta de remesas de México con el resto del mundo fue de 4,661 millones de dólares, menor al de 5,301 millones de dólares que se observó en abril de 2024.
En el cuarto mes de 2025 los ingresos por remesas mostraron una reducción mensual de 6.9%, en tanto que los egresos presentaron una expansión de 14.5%.
Así, en abril de 2025 el superávit de la cuenta de remesas registró un nivel de 4,793 millones de dólares, inferior al de 5,166 millones de dólares que se reportó en marzo pasado.
En el lapso enero – abril de 2025, el valor de los ingresos por remesas se ubicó en 19,015 millones de dólares, menor al de 19,501 millones de dólares observado en igual periodo de 2024 y que significó un retroceso anual de 2.5%.
Es importante destacar, que las redadas y las políticas de inmigración del presidente Trump están provocando un impacto significativo en los inmigrantes, por lo que ello genera miedo, incertidumbre, deportaciones aceleradas y en algunos casos la separación familiar, tales acciones afectan y disminuyen el envío de remesas.
Las remesas son una fuente importante de ingresos para muchos países de américa latina y las deportaciones habrán sin duda de generar un impacto en la economía de varios países en los próximos meses.
Miedo de salir de casa y No regresar….
Actualmente miles de paisanos, connacionales y migrantes que radican en las diferentes ciudades de los Estados Unidos viven en un ambiente de alta tensión, nerviosismo, angustia, depresión, tristeza y todo sentimiento que limita la paz, lo que ya está provocando algunas afectaciones psicológicas por las medidas represivas, racistas e intimidantes que viene realizando el gobierno de Donald Trump.
Hoy ante las Operaciones de Detención y Deportación Migratoria por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos, varios establecimientos están cerrados debido a que el personal por miedo no está presentándose a laborar.
Diversas corporaciones policiacas están trabajando de manera coordinada como Agentes de Migración realizando revisiones exhaustivas en toda la unión americana, desde los campos de cultivo, fábricas, gasolineras, tiendas, farmacias, restaurantes, centros comerciales, lavados de autos hasta en escuelas, parques, playas, centros recreativos y culturales, ingresando de forma prepotente a los trabajos y realizan revisiones exhaustivas y arrestos de manera arbitraria, violentando los derechos humanos.
Los migrantes son seres humanos con derechos y no deben ser discriminados por su condición migratoria.
Es de aplaudirse las acciones y actitudes solidarias que están realizando muchos mexicanos y la comunidad latina para apoyar, respaldar y contribuir con ayuda económica, alimenticia, asesoría legal gratuita a los paisanos que no están laborando por temor de ser deportados.
Mientras otros migrantes son más aventados y tienen que salir a laborar para cubrir los gastos de hospedaje y alimentación, aún con temor de ser arrestados, lo que les está provocando ansiedad, estrés y temor de ya no regresar a casa ante la posibilidad de ser deportados.
Las redadas masivas se están realizando en las principales ciudades metropolitanas y ha dejado un saldo de más de 1,500 personas migrantes detenidos.
Las redadas están separando a miles de familias y generando gran incertidumbre sobre su futuro e impactando su bienestar emocional y provocando diversos problemas de salud mental.
La migración es un asunto complejo que requiere de atención y una solución efectiva, sin violentar los derechos y garantías individuales de las personas.
La División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA), en 2024, se estimó que el número de migrantes internacionales en todo el mundo era de casi 304 millones, cifra que casi se ha duplicado desde 1990.
Los migrantes internacionales representan aproximadamente el 3.7% de la población mundial, en comparación con el 2.9% en 1990. Las mujeres migrantes constituían el 48% de los migrantes internacionales.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que a finales de junio de 2024, el mundo acogió a unos 43,7 millones de refugiados.
En poco tiempo habrá de entrar en vigor la Agenda 2030, la que contempla el Desarrollo Sostenible, la que reconoce la contribución de las personas migrantes al crecimiento inclusivo y al desarrollo sostenible, entre sus principales principios contempla «no dejar a nadie atrás” y ello incluye a los migrantes.
Es importante destacar, que la meta 10.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible solicita a los países a “facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, incluso se establece que se deben contemplar la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas”.
Ante las situaciones que se están registrando contra los inmigrantes, debería de actuar la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La labor de la OIM consiste en cerciorarse que la migración se gestiona de forma ordenada y humana; promover la cooperación internacional sobre cuestiones migratorias; ayudar a encontrar soluciones prácticas a los desafíos que plantean las migraciones, ofrecer asistencia humanitaria a los migrantes que lo necesitan, ya sea que se trate de refugiados, de personas desplazadas o desarraigadas.
Según el último plan estratégico de la OIM, los tres objetivos principales de la organización para 2024-2028 son: salvar vidas y proteger a las personas en movimiento, impulsar soluciones al desplazamiento y facilitar vías para la migración regular.
Se debe de considerar acciones eficaces y eficientes para tratar el desplazamiento de refugiados y migrantes que actualmente se encuentran en los Estados Unidos, ya que las personas refugiadas y migrantes tienen los mismos derechos humanos universales y libertades fundamentales, por lo que hoy esos derechos y libertades han sido violentados.
Los migrantes deben ser considerados en el desarrollo sostenible e inclusivo, por lo que hoy más que nunca, se debe de proteger la seguridad, la dignidad y los derechos humanos y las libertades fundamentales de ellos, independientemente de su estatus migratorio.
Así las cosas…
¿Y Usted, qué opina?
Nos vemos a la próxima..